El abogado Ricardo Monner Sans le envió dos cartas documento al jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, en las que le criticó que se favorezcan los intereses de los norteamericanos en perjuicio de los ciudadanos porteños. Le cuestionó el cierre de la calle República de Colombia, que linda con la puerta de la Embajada de Estados Unidos y las constantes molestias que ocasiona una obra que realiza la empresa Chrysler Financiera en Avenida del Libertador 2424. En la segunda de las misivas, el abogado se queja la falta de respuesta de parte de Ibarra y de la mayoría de los diputados porteños a sus reclamos.
El 25 de junio de 2002 Monner Sans remitió a Ibarra la primera carta documento y le envió una copia a la presidenta de la Legislatura, Cecilia Felgueras, para que la distribuyera entre los legisladores. Allí relata como "el viernes 21 de junio, minutos antes de las 21, al pretender girar desde Avenida Sarmiento por Avenida Colombia, y avanzar con mi automóvil por esta última arteria, ello no fue posible. Estaba clausurada (con visos de permanencia; esto es, no por un accidente recién producido) toda posibilidad de avance". "Puedo sospechar que la adyacencia de la Embajada de los Estados Unidos operaba -¿opera?- como razón de Estado para estas cuestiones de impedimento del tránsito vehicular", dice el escrito. "Reclamo -continúa el abogado- que dentro del plazo legal pertinente se me informe a qué obedece este tipo de restricciones y qué fundamento normativo podría ser el sustento de esto que personalmente he podido comprobar".
Casi dos semanas después, el 8 de julio, Monner Sans le envió al jefe de Gobierno otro documento similar. Esta vez, argumentó que "en el mismo marco de prepotencia de las instituciones comerciales o públicas extranjeras, se inscribe lo que viene haciendo la firma Chrysler Financiera, ubicada en Avenida del Libertador 2424". Acto seguido, describió la "permanente molestia por incesantes e intolerables ruidos producido por falta del debido cuidado y del cumplimiento de las rectas normas en el arte de la construcción".
"Al mejor estilo de los que asumen e poder desde la promesa y luego se comportan con la ‘lógica del poder’, no se ha dignado usted (por Ibarra) informarme respecto del tema ‘Embajada de Estados Unidos’ y el cierre indebido de la arteria República de Colombia", se quejó el letrado.
IBARRA RECONOCIÓ QUE CERRÓ LA CALLE POR SUGERENCIA DE ESTADOS UNIDOS
Si bien el jefe de Gobierno no contestó a Monner Sans, sí reconoció públicamente que la clausura de la calle Colombia se debió a una solicitud de parte de los norteamericanos. "Hubo un planteo y un pedido por un tema de seguridad a partir del 11 de septiembre y desde entonces, incluso, que no hubiera circulación de vehículos por el frente de la embajada", afirmó Ibarra el viernes pasado, durante una entrevista que le concedió a la periodista Nancy Pazos (Rivadavia). También aseguró que, para evitar inconvenientes, "se habilitó una calle lateral de doble mano". Por lo visto, la clausura de la calle Colombia durará más que el discurso progresista del jefe de Gobierno.