En el MALBA se exhibe la colección privada de arte Dadá más completa en su género

En el MALBA se exhibe la colección privada de arte Dadá más completa en su género

La colección Vera, Silvia y Arturo Schwartz de arte Dadá y surrealista se encuentra entre las más completas que existen en la actualidad. Contiene más de setecientas pinturas, esculturas, objetos, dibujos, grabados, collages y fotografías de más de doscientos artistas. Esta colección fue donada por Schwartz al Museo de Israel, Jerusalén, y es exhibida en el Malba hasta el 17 de mayo de 2004


La muestra comprende obras y publicaciones dispuestas en cuatro secciones: Dadá -Marcel Duchamp y Man Ray-, Surrealismo y Precursores del surrealismo. Durante la Primera Guerra Mundial en Zurich un grupo de intelectuales creó el movimiento "más subversivo" de la historia del arte y de las letras.

El dadaísmo se basa en la negación absoluta de la razón. Su negación actúa no sólo contra la sociedad, sino contra todo lo que de alguna manera se relaciona con las tradiciones y las costumbres de la sociedad. Y precisamente el arte como producto de esa sociedad es lo que hay que negar.

Dadá es antiartístico, antiliterario y antipoético. Dadá está contra la belleza eterna, contra las leyes de la lógica, contra la pureza de los conceptos abstractos y contra lo universal en general.

Propugna la desenfrenada libertad del individuo, la espontaneidad, lo inmediato, la contradicción, el NO donde los demás dicen sí y el Sí donde los demás dicen no, defiende la anarquía contra el orden y la imperfección contra la perfección. Por lo tanto en su rigor negativo también está contra el modernismo.

En el momento en que nace Dadá ya estaban afirmadas todas las principales tendencias modernas en el campo del arte, pero mientras que el cubismo, el futurismo y el abstraccionismo tienen una base positiva, el Dadá es algo distinto, no es algo definido ni claramente enunciado, nace de una poética diferente, igual que el expresionismo, se apoya en una base de negación.

Los artistas del Dadá no crean obras, sino que fabrican objetos. Lo que interesa en esta fabricación es, sobre todo, el significado polémico del procedimiento, la supremacía del azar sobre las reglas.

La dialéctica de "orden" versus "aventura anárquica" tuvo su correlato en el plano estético como "imitación" versus "invención".

No fue casualidad que dadaístas y surrealistas descubrieran el objeto como instrumento de expresión, renunciando al uso de pigmentos en favor del color real del objeto apropiado.
Marcel Duchamp en 1913 hizo el primer "ready- made" (ya hecho):"La rueda de bicicleta" (expuesta hoy en Malba), tomó objetos de uso corriente, un banquito y una rueda de bicicleta, los unió y los transformó en objetos de arte.

Hay tres tipos de "ready- made": puro, donde el artista toma un objeto y lo deja como está, por ejemplo el "Portabotellas", hoy exhibido en el Museo; "ready -made rectificado", en el cual se hacen varias operaciones sobre un objeto, como en el caso de "Fuente" (foto), en la cual se puede observar que su autor tomó un mingitorio, lo giró, le puso título y lo firmó. Y "ready- made asistido", como "Un ruido secreto", en el cual un objeto toma sentido cuando es asistido por otra persona que no es el artista.

A partir de los objetos ready- made la actividad artística deja de ser manual, no importa el genio del artista sino el don. Se abandona la hechura artesanal y se opta por el objeto industrial.

La aparición de estos objetos cuestionan seriamente la historia del arte y su autonomía, ya que ingresan a los museos partes de la vida cotidiana. Hay un desplazamiento en relación a la propia ontología del objeto artístico. Hasta este momento las obras de arte eran cuadros o esculturas y con ellos aparece un portabotellas. Un portabotellas que además se llama "Portabotellas" (foto) o sea, que no se representa como es tradición, sino que se lo presenta. El objeto se está representando a sí mismo.

Otra característica de los ready- made es la amorfia. Analizar la forma es impertinente porque todo lo que se puede decir acerca de ella pertenece al objeto y no a la forma.
La obra de arte es la negación del objeto y la anulación de la función.

En el arte contemporáneo se produce un desplazamiento desde lo estético a lo ontológico. Ya no nos preguntamos si es una buena obra de arte, sino que la pregunta es: ¿Es una obra de arte?

La Mona Lisa con bigotes dibujados con lápiz "L H O O Q" es el título de la obra (foto), realizada a partir de la "apropiación" de la obra de otro artista, Leonardo Da Vinci, en este caso, y partiendo de ella o sobre su imagen, se construye la propia obra.

Además de estas obras mencionadas, hay otras muy buenas de Duchamp y de otros artistas Dadá, tal el caso de Man Ray, "Cadeau" (Regalo), ensamblaje, plancha de hierro y clavos.

La obra de Man Ray, sobre todo en el campo de la fotografía, alcanzó resultados notables, con auténticas radiografías del mundo real que acentúan su misterio poniéndolo al desnudo. Esas fotografías fueron llamadas rayografías y están hoy exhibidas en el Malba.

Algunas otras obras Dadaístas que se pueden apreciar son:
"Tickets" de Francis Picabia, tinta, gouache y lápiz sobre papel, "Caligrama" Tristan Tzara, zincografía sobre papel,
Quien hizo el aporte más agudo al fotomontaje Dadaísta fue Max Ernst, hasta el punto de que algunos terminaron de considerarlo inventor de este género. Se exhiben también obras de Ernst en esta muestra.

Dadá hallaba su libertad en la práctica constante de la negación. El Surrealismo intentó dar a esta libertad el fundamento de una doctrina. Muchas de las posiciones Dadaístas se mantienen en el Surrealismo, lo mismo que muchos de sus gestos, actitudes destructivas y el sentido general de su rebelión, pero con una fisonomía diferente. El surrealismo se apoya en la filosofía y en la psicología. Dos nombres tienen peso determinante aquí: Karl Marx y Sigmund Freud, Marx como teórico de la libertad social y Freud como teórico de la libertad individual.

El Primer Manifiesto Surrealista fue escrito por André Bretón en 1924 y proponía una nueva forma de mirar, buscaba un significado interno y oculto que fuera a la vez, totalizador y auténtico. Varios artistas se unieron al movimiento: Max Ernst, André Masón, Joan Miró e Yves Tanguy, entre otros.
Una de las técnicas que desarrollaban para hurgar en el inconsciente era el "cadáver exquisito", basado en un juego de niños en el cual el primer participante escribe una palabra sobre una hoja de papel que dobla y pasa al siguiente, quien continúa el proceso hasta que una oración sin sentido es construida por el grupo. En esta ocasión se muestran seis obras realizadas con esta técnica.

"El imperio de los atavismos", Salvador Dalí, 1933, tinta sobre papel.

"Love", Paul Eluard, 1935-1937, fotomontaje sobre papel. Eluard, escritor, quien fuera el primer marido de Gala, esposa de Dalí.

Completan esta fabulosa exposición una serie de cuadros agrupados como Precursores del Surrealismo, entre los que se destacan dos aguafuertes y aguatintas sobre papel de Francisco Goya.

"El sueño de la razón produce monstruos" y "No te escaparás", ambas de la serie "Los caprichos", 1795-1798.
"La prostituta de Babilonia – El Apocalipsis", de Albrecht Dürer, 1496, xilografía sobre papel. Completan otras obras de Paul Gauguin, Odilon Redon, entre otros.

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