Ayer explotó nuevamente una caja distribuidora de energía eléctrica del tipo esquinera de la empresa proveedora Edesur, en el barrio porteño de Once. No hubo víctimas fatales. Tampoco parece haber responsables, ya que Edesur reafirma que "el incidente se produjo por causas externas" (lease escape de gas) y Metrogas concluyó en que "no hubo escape de gas".
El incidente se produjo un poco antes de las nueve de la mañana, en la intersección de las calles Ecuador y San Luis. La pesada tapa de hierro de unos 50 kilos voló por el aire sin dañar edificios ni automóviles de la zona, luego de haberse producido una explosión cuyas causas, según la empresa Edesur, fueron "externas a la compañía". Al poco tiempo, una dotación de bomberos concurrió al lugar para intervenir en la situación, al igual que una cuadrilla de la empresa eléctrica, que cortó el suministro de energía de la zona.
En un comunicado, Edesur afirmó que, durante una revisión habitual, inspeccionó la caja en cuestión el pasado sábado 2 de febrero. Allí, "el personal de la compañía corroboró que la instalación eléctrica estaba en perfectas condiciones. En cambio -comunicaron en Edesur-, se detectó una pérdida de gas que motivó un reclamo de reparación a la empresa correspondiente". Esa empresa es Metrogas. "Al hacerse presente el personal técnico de esa compañía -continúa el comunicado emitido por Edesur-, el mismo constató una perdida de gas a 5 centímetros de la caja, quedando a su cargo la reparación de la anomalía". De esta manera Edesur deslindó responsabilidades, apuntándolas hacia Metrogas.
En Metrogas confirmaron que hubo en el lugar un primer escape de gas: "recibimos el sábado el reclamo de Edesur, fuimos inmediatamente ese mismo día y verificamos la pérdida. El lunes la pérdida fue reparada y la lectura del nivel de gas en el aire en ese momento nos dio cero", afirmaron voceros de prensa de la empresa.
"Luego de la explosión, volvimos a revisar la lectura del nivel de gas y nos volvió a dar cero, por lo tanto no hubo escape de gas", agregaron en Metrogas. De esta manera la empresa de gas deslindó responsabilidades y le tiró el fardo a su par de electricidad.
Es la segunda tapa que vuela en menos de un mes, ya que hace 14 días, en Villa del Parque, una explosión similar le quitó la vida a Roberto Denegri, de 46 años. Fue muerto, mientras hacía cola en un banco esperando realizar un trámite, al caer dentro de la cámara transformadora que la tapa, al saltar, dejó al descubierto. Mientras tanto, pareciera que en Buenos Aires las tapas de electricidad siguen volando igual que los responsables.
