El jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra; la diputada oficialista Sandra Dosch; el subsecretario de Comunicación Social, Daniel Rosso y el director general de Asuntos Políticos y Legislativos, Juan Manuel Abal Medina, entregaron -el viernes último- credenciales y diplomas a los medios gráficos, digitales y electrónicos barriales de la Ciudad que se encuentran inscriptos en el Registro de Medios Digitales de la Ciudad de Buenos Aires.
En noviembre del año pasado, el Gobierno porteño creó el Registro de Medios Barriales, por el que las microempresas -porque eso son los medios de comunicación de los barrios porteños- lograron a acceder a la publicidad estatal, hasta entonces monopolizada por los multimedios nacionales.
De esta manera, el Gobierno porteño avanzó un paso hacia la democratización de la comunicación, utilizando el poder de compra del Estado para nivelar las oportunidades de los pequeños medios, a menudo perdidos en un mundo de gigantes, que emplean a cientos de periodistas y despliegan un arsenal tecnológico que los microempresarios no podrían igualar jamás.
Además, los medios barriales de comunicación expresan las voces que no suelen ser escuchadas en los medios nacionales. Son los que escuchan a los vecinos que plantean los temas de su patria chica; los que les ponen el micrófono a quienes se quejan de los atropellos de algunos policías que olvidan que su misión es "proteger y servir"; los que recogen el anhelo de los que exigen una mayor participación de la ciudadanía en los temas que influyen decisivamente en su propia vida, en una palabra, son los medios que difunden las voces de los eternos excluidos del banquete de los poderosos.
Ibarra destacó, en su breve discurso, el accionar de los medios barriales, a los que definió como "portadores de la voz de los vecinos". Por su parte, el subsecretario de Comunicación Social, Daniel Rosso -que fue uno de los artífices de la implementación del Registro de Medios Barriales de Comunicación, cuando aún era director general del área- dijo que "cada vez más, los medios barriales son la opción para saber lo que ocurre en la Ciudad de Buenos Aires".
Los medios barriales de comunicación son leídos mensualmente por más de un millón porteños, un volumen de lecturas que no coincide con la publicidad que aparece en sus páginas, que suele ser captada por los medios nacionales. Un marketing incipiente -que estos medios están comenzando a pergeñar- intenta salvar tamaña injusticia. En este panorama, el poder de compra del Estado tiene un efecto igualador, máxime en estos tiempos de crisis, en los que el sector privado se muestra reacio a invertir en áreas aún no exploradas.
