El pasado miércoles comenzó a ser tratado en reunión de asesores de la Comisión de Desarrollo Económico de la Legislatura porteña el proyecto de ley impulsado por el legislador de Proyecto Sur Jorge Selser, que propone la prohibición de la publicidad de medicamentos de venta libre en el territorio de la Ciudad, iniciativa que ya cuenta con dictamen de la comisión de Salud, la cual es presidida por el autor de la propuesta.
La reunión, a la que concurrieron los legisladores Jorge Selser y Rubén Campos, asesores de legisladores, el Director de la Comisión de Salud, Gerardo Esbry; Jimena Worcel, asesora médica de la Cámara Argentina de Productores de Especialidades Medicinales de Venta Libre; el Presidente del Colegio de Farmacéuticos de Tucumán, Fernando Esper; en representación del Colegio Farmacéutico de la Ciudad de Buenos Aires, Margarita Menendez Llano y Luis Antun, y, en representación de la Cámara Industrial de Laboratorios Farmacéuticos Argentinos (CILFA), Miguel Angel Maito, comenzó con el comentario del director de la Comisión, Fernando Haber, de la existencia de objeciones al proyecto las cuales comenzaron a ser expresadas por la asesora médica de la Cámara de Medicamentos de Venta Libre.
En su exposición, la doctora Worcel mencionó que tras relevar ?una cantidad importante de países, ninguno tiene prohibida la publicidad de medicamentos de venta libre?. También señaló que ?en la Argentina la publicidad de medicamentos de venta libre está controlada desde hace muchos años por la ANMAT? y que la fiscalización ?es simultánea a la aparición en el aire de la publicidad y aplica a todas las publicidades de medicamentos, alimentos y dispositivos médicos existentes?.
?Entendemos que la publicidad de medicamentos ayuda a informar a la población sobre algún mal menor que padezca y cómo puede tratarlo -por ejemplo, cómo se presentan los hongos en los pies y qué productos pueden utilizarse para tratarlo-. Prácticamente no hay estudios de campo o estadísticas que demuestren que la publicidad de medicamentos de venta libre incita al consumo y mucho menos que produzca riesgo sanitario?, expresó Worcel.
La médica, ex legisladora zamorista y asesora del legislador Selser, Susana Etchegoyen tomó la palabra y refutó los argumentos de su colega, asegurando que ?el control ?realizado por la ANMAT- no era simultáneo sino posterior? y que en Bolivia, Ecuador y Venezuela sí estaban vigentes o en estudio proyectos de este tipo y que el hecho de que ?en Canadá o Estados Unidos no se protegiera a la salud no quiere decir que haya que tomar la misma medida en Argentina?.
Las exposiciones fueron subiendo de tono, y se volvieron más un ping pong entre los presentes. Worcel comentó que las cifras oficiales del Ministerio de Salud sobre muertes por intoxicaciones accidentales en el país es de alrededor de 215 por año, dato que generó otra discusión sobre si esos fallecimientos son pocos, y si los mismos están vinculados o no al consumo de medicamentos de venta libre.
Etchegoyen señaló que el proyecto estuvo por convertirse en ley años atrás pero que esto no ocurrió ?por presión de las cámaras? y subrayó que el 50 por ciento de los ingresos por publicidad de los multimedios corresponden a medicamentos de venta libre. También afirmó que durante el tratamiento del proyecto la industria había enviado cartas en las cuales decían que esta ley generaría pérdidas de puestos de trabajo, y que esa misma industria había realizado lobby para retrotraer la ley de prohibición de venta de medicamentos en kiosco (comentario que generó el aplauso de todo el sector farmacéutico presente en la sala).
A su turno, Esbry subrayó que la venta de medicamentos es una de las diez principales industrias junto con la armamentista, el narcotráfico, el petróleo, entre otras, y afirmó que la publicidad induce a la automedicación y genera que el individuo cada vez se aleje más de la consulta médica.
El representante del Colegio de Farmacéuticos de la Ciudad con la posición expuesta por Etchegoyen, pero aclaró que su sector está a favor del control de la publicidad y no de su prohibición.
Otro momento álgido se dio entre la posición del representante del Colegio de Farmacéuticos de Tucumán y el de la Cámara de Laboratorios Farmacéuticos, quienes se enfrentaron argumentando entre las contras de la automedicación y los pro de la industria farmacéutica y su aporte económico a la sociedad.
Posiciones a favor de la comercialización y publicidad de medicamentos, y otras en contra entre las cuales se mencionó que ningún medicamento debería ser vendido sin receta médica, se expusieron acaloradamente dejando a los participantes en el perfecto estado para un té de tilo.
KIOSQUEROS PORTEÑOS EN PIÉ DE GUERRA
Por otro lado, los kioscos de la Ciudad de Buenos Aires amanecieron este jueves con pegatinas con el lema ?Vendemos Aspirinas?, anunciando de esta manera la comercialización de medicamentos de venta libre en sus locales.
La decisión se respalda en el fallo de la jueza Elena Liberatori, que en diciembre del año pasado avaló la continuidad de la venta de medicamentos como aspirinas, antiácidos, paracetamol o ibuprofeno en otros locales comerciales además de las farmacias.
?Vendemos porque se puede. La Justicia confirmó que los kiosqueros podemos continuar vendiendo medicamentos de venta libre como lo hacemos desde hace casi veinte años, en beneficio de la gente. La gente tiene que saber que puede comprar una aspirina cuando lo necesita y que no tiene motivos para tener miedo o caminar de más para encontrar una farmacia?, le dijo a Noticias Urbanas Eduardo Medaglia, presidente de la Unión de Kiosqueros de la República Argentina (UKRA).
?Podemos vender medicamentos de venta libre porque, justamente, son de venta libre, no necesitan de la receta de un médico. Es lo que sucede en el mundo y lo que avala la Organización Mundial de la Salud?, agregó.
Con esta campaña, buscan informar a la población y ganar la batalla contra la ley 26.567 sancionada en noviembre de 2009 que busca restringir la comercialización de este tipo de productos por fuera de las farmacias.