NOTICIAS URBANAS: El título del libro refiere claramente a "La Razón de mi Vida" de Eva Perón. Ahora bien, entiendo que el significado que le querés dar es resaltar la figura de los héroes colectivos sobre las personas. Es decir, antes de Evita había un movimiento de masas que se potencia por la aparición de esta persona, pero que no fue generado por esta aparición. ¿Esto es así?
Nicolás Doljanin: Tenés razón, hay un diálogo. Es uno de los muertos más dignos de este pueblo, pero también hay un reconocimiento de que cuando nosotros teníamos veinte años y ella volvía en carácter de esfinge, decían "no rompan más las bolas, Evita hay una sola". Nosotros desconocíamos el pasado multitudinario, de clases y de independencia obrera que había formado a ella, sin que ella lo pudiera expresar más allá de la propia práctica.
NU: ¿Y cuáles eran esas bases?
ND: Ese pasado son tres generaciones que tuvieron un proyecto de sociedad en común más allá de las diferencias políticas e ideológicas que había entre ellos. Es un proyecto de sociedad que se establece alrededor de 1904 y 1905, que se transcribe en el preámbulo del congreso constituyente de la FORA, que todo el movimiento obrero compartía más allá de las diferencias.
Si nosotros tomamos los programas de la FAL de Huerta Grande y del 1º de Mayo de la CGT de los Argentinos, que son los programas históricos del movimiento obrero argentino, el Pacto de Solidaridad es el cimiento que le da sentido a todo lo otro: los trabajadores pudieron hacer esos programas de gobierno porque tenían la base ideológica del Pacto de Solidaridad, que los había formado como movimiento histórico. Ahí están los valores. Por ejemplo, en el primer párrafo habla de porqué se genera la desocupación y en el último del criterio que tienen que tener las leyes. Estos programas, que fueron elaborados por los trabajadores, ahora son más conocidos, pero no practicados.
NU: ¿Estas ideas permanecieron vivas?
NM: Estas ideas fueron la base y el movimiento de masas las mantuvo vivas durante todo el siglo XX, por eso el capital con la llegada de la (última) dictadura buscó borrarlas de cuajo. No es que persiguiera a la guerrilla, si la dictadura hubiese perseguido a la guerrilla no habrían tenido ni que tomar el poder: en 1968 Videla dijo: "hay que impedir que los negros -por el gran movimiento obrero- se junten con los zurditos".
NU: ¿Cómo operó el movimiento obrero en el peronismo?
NM: Es interesante, porque si analizás la clase obrera te das cuenta de que (Juan Domingo) Perón nunca pudo imponer condiciones. Fue al revés. Como movimiento, la clase obrera se las impuso a él. Por otro lado, está la lectura desde el poder: cómo sobre la participación histórica de la clase obrera se establece un poder de carácter burgués y autoritario. Desde las vidas y los relatos de los trabajadores aparece el autoritarismo, la tortura y el fascismo.
No hay que olvidar que los grandes comunicadores del neoliberalismo menemista coincidieron en una escena. Uno desde la oligarquía y el otro desde el peronismo. (Mariano) Grondona, con su carabina, tomándose la Catedral para el Corpus Cristi y (Bernardo) Neustadt repartiendo los vales de YPF para quemar las iglesias.
NU: ¿Cómo queda el movimiento obrero con el golpe de 1955?
NM: El peronismo instituido, lo muestran muchos testimonios, negocia el espacio. También es importante hoy ver otro elemento y es que muchos sindicatos peronistas se establecieron sobre la base de la destrucción de viejos sindicatos no peronistas, concretamente los navales, que declararon las ocho horas en La Boca, en el año 1912. Tal vez ahí esta la clave de por qué el primer texto del movimiento obrero (el Pacto de Solidaridad) lo conozca tan poca gente, en esa sustitución ideológica de un movimiento de masas.
NU: ¿De qué forma se pasa de esta clase de líderes sindicales a los actuales, más vinculados con el poder que con el movimiento?
NM: Eso no está en el libro, pero como hipótesis mía te digo que creo que hay asesinatos que son emblemáticos para disciplinar a la clase obrera: el de (Augusto Timoteo) Vandor es uno y el de (José Ignacio) Rucci es otro.
Digo que es clave el de Vandor a partir del relato de Raymundo Ongaro, que dice que Vandor, que todavía era de la resistencia, le dijo: "Dejémoslo a Perón en España y hagamos Vandor-Ongaro u Ongaro-Vandor". Ongaro dijo luego que se arrepentía de no haberle dicho que sí y que en cambio prometió traerlo a Perón y cumplió. Este relato testimonial de Ongaro nos lleva a preguntarnos una cosa: ¿Sobre el cadáver, cómo queda cualquier dirigente obrero peronista? A partir de este asesinato saben que hay un poder que es superior al voto de sus compañeros, porque hasta ese entonces, en el peronismo y fuera del peronismo, el voto de los compañeros era lo más fuerte. Así se establece esta burocracia, sobre ese terror y ninguneo de los votos de los compañeros.
El asesinato de Rucci es el error más grave de la cúpula de Montoneros, y digo de la cúpula porque las bases no estaban de acuerdo. Es un error antiproletario, porque va en contra de todos los códigos de la clase obrera: cuando empecé a militar la consigna era que a la burocracia se la derrotaba en elecciones porque eran de la clase obrera. Ellos rompen ese código cuando matan a Rucci y el efecto es que legitiman a los grandes asesinos de compañeros.
Otra clave de la aparición de esta clase de líderes que hay hoy es la que menciona (Juan José) Hernández Arregui, que es la colonización norteamericana de los dirigentes obreros peronistas a través del Instituto Americano de Trabajo Libre (IADSL). Éste es el primer factor de esta burocracia, el segundo son los efectos legitimadores y anuladores del poder del voto que tuvieron estos asesinatos. El resultado es el dirigente empresario.