En la era de la politica mediática -dicen los politólogos que investigan en el tema-, la opinión (encuestas) lidera y los aparatos (la “militancia” tradicional) vienen detrás. Así es el esquema en el tablero porteño y en el nacional, en el que el jefe de Gabinete nacional, Alberto Fernández, monitorea a diario los números de las consultoras que tiene contratadas
(la mayoría del mercado de consultoría)para el seguimiento de la evolución de imagen del Gobierno, su gestión y sus integrantes individuales. Jorge Telerman, como veremos más adelante, también se guía bajo esta modalidad.
“Si yo mostrara las encuestas, se darían cuenta de que la gente está con nosotros en varios temas en los que la prensa y la oposición estuvieron en contra –argumenta Alberto Fernández, en la intimidad- Entre Kirchner y la oposición, la gente le cree a Kirchner. Por ejemplo, en el Consejo de la Magistratura, la gente concluyó en que si la Justicia estaba tan degradada era porque las cosas no estaban marchando bien en el actual estado de las cosas y había que cambiar. No afectó tampoco la imagen de Kirchner el tema de los superpoderes, ni la reglamentación de los DNU”, apunta el ministro acostumbrado a manejarse con sondeos en mano.
Sin embargo, los encuestadores que no trabajan para la Rosada, y aún algunos de ellos, sostienen lo contrario: Roberto Bacman, de Ceop (una de las predilectas de Fernández), registró una baja de cuatro puntos porcentuales en la consideración pública sobre el Presidente a raíz de los polémicos superpoderes.
Jorge Telerman, decíamos, también define en base a encuestas. Veamos: algunos sondeos que mira por estos días le revelaron que los porteños no terminan de conformarse con su gestión. ¿Por qué? Eso mismo se preguntó Telerman. Por esta razón, pidió un nuevo y más específico relevamiento para medir cuáles son las principales preocupaciones de los habitantes de la Ciudad. También acudió a Bacman, igual que su archienemigo Fernández, y su trabajo de campo le indicó: la inseguridad figura al tope de las inquietudes porteñas entre el 80% de los consultados, seguida del estado de las calles y la suciedad, con el 33,2%.
Por esa razón, simplemente, Telerman decidió este fin de semana dar notas a los medios para hablar sobre estos temas y levantar el perfil en materia de reclamo del traspaso policial. Por otra parte, dio la orden a su gabinete para que estudie mecanismos para erradicar la venta callejera.
Telerman remozó su alianza con el ministro Julio De Vido, que tiene su propio proyecto en la Ciudad. Los pilares en los que decidió apoyar su gestión hacen, también, que su alianza estratégica con el ministro de Infraestructura –que disputa poder dentro del gabinete con Fernández- se profundice. En el plan porteño la obra pública, la planificación de la ciudad, y la construcción de viviendas figuran entre las prioridades. Muchas de estas obras son encaradas en forma conjunta entre el alcalde porteño y el santacruceño.
“A De Vido, igual que a Telerman, le interesa terminar las obras, más allá del malestar o molestia que esto pueda generarle a Fernández”, desliza ante NU un integrante del circulo pingüino.
Pero no todas son rosas entre De Vido y el calvo jefe de la Ciudad. De Vido tiene un problema en el gabinete porteño: se trata de Guillermo Nielsen, el ministro de Hacienda telermista que el santacruceño tiene atragantado, a partir de su fuerte disputa con Roberto Lavagna. Es sabido: Nielsen es uno de los hombres del ex ministro.
Cerca de Nielsen aseguran, en cambio, que el ministro no la está pasando nada bien en su nuevo cargo, y que se fue a quejar, nada menos, que ante Alberto Fernández por la falta de atención que le prodiga Telerman.
KIRCHNER, LILITA, MACRI, LAVAGNA Y NIELSEN
En las últimas horas, Kirchner y Alberto Fernández evaluaron el resultado de los sondeos que elaboraron cuatro consultoras en las que confían y con las cuales se guían a la hora de tomar decisiones: la mencionada Ceop, Analogías (Analía del Franco), OPSN (Zuleta Pucerio) y Hugo Haime y Asociados. De allí deducen que, en un escenario de eventual reelección, Kirchner registra un 60% de intención de voto si las elecciones fueran hoy, seguido, muy lejos, por Mauricio Macri con 12%, Roberto Lavagna con un 8,5%, Lilita Carrió con un 7,6%, Menem con un 2,6% y Sobisch con un 1,4%.
“Como ven, las encuestas muestran una intención de voto de Lavagna muy baja en relación con Kirchner. Incluso está detrás de Macri. Por eso, no estamos preocupados por su aparición como eventual candidato, como se especuló por ahí”, apunta Alberto Fernández, ante sus íntimos.
Sin embargo, en un hipotético escenario en el que Cristina fuera la candidata en lugar de su marido, el porcentaje baja frente a sus eventuales oponentes. Cristina rondaría los 43% de intención de voto, Macri, 16,5%, Lavagna, el 12%, Carrió (10,3%) Menem (3,1%) y Sobisch (1,7%). Este escenario, claro, es así según las consultoras contratadas por la Rosada.
Un dato interesante: La imagen del presidente es más baja entre los integrantes de sectores socioeconómicos altos y los del área metropolitana. Y es más alta, en la llamada “Argentina profunda” (pueblos del interior, lejos de los centros urbanos) y en las franjas socioeconómicas medias y pobres.