La inmovilización de los depósitos bancarios provocó una crisis de magnitud para quienes viven en los edificios de Buenos Aires. Así lo confirmó el titular de la Cámara Argentina de la Propiedad Horizontal tras realizar un pedido desesperado a la AFIP para lograr una prórroga en los vencimientos de impuestos y servicios para evitar cortes de suministros y punitorios.
Desde la imposición del "corralito" sólo en la ciudad el congelamiento de los fondos provocó una caída del 60 por ciento en el pago de expensas. "No podemos pagar ni los servicios, ni los impuestos, ni los sueldos de los encargados de edificios", admitió a La Nación el presidente de la entidad, Néstor Pirosanto.
Según manifestó, muchas administradoras se vieron forzadas a abrir cajas de ahorro o cuentas corrientes para depositar los pagos. Incluso la situación se agravó ya que a la utilización de cheques se le sumó el problema adicional de que se le gravaba un impuesto del 6 por mil, lo que significó otra pérdida para las administradoras y los consorcios. Sin embargo, Pirosanto adelantó que el verdadero problema podrían representarlo el atraso en los pagos con bonos, ya que los Lecop o patacones no se pueden depositar y sólo pueden utilizarse para pagar a los proveedores.
Según cálculos en Buenos Aires existen cerca de dos millones y medio de propiedades horizontales, por lo que la AFIP estaría analizando una salida para las administradoras.
Entre los efectos inmediatos de la crisis aparecen la paralización de las obras de mantenimiento en los edificios. En este sentido, Pirosanto admitió que "no las hacemos para ver si achicamos los costos".
Además, reconoció que aquellas administradoras de consorcios que echaron mano a los fondos de reserva para cumplir los compromisos o que decidieron depositar ese dinero en dólares "quedaron atrapados", dijo.
