Mientras los funcionarios aseguran que, en el caso de que sea necesario, irán a fondo contra los laboratorios, los médicos municipales, que comprenden la magnitud del negocio, afirman que solamente intentarán salir de la crisis sanitaria, para luego volver a su monótona gestión.
Es el desabastecimiento lo que amenaza a los hospitales de la Ciudad. Los insumos escasean y la Secretaría de Salud decidió salir la semana que viene a realizar compras directas centralizadas para abastecer a los hospitales por uno o dos meses más.
Algunos médicos municipales ven en la fabricación y distribución de medicamentos genéricos, para su consumo masivo, una alternativa a lo que ellos llaman la "dictadura de los laboratorios". Un medicamento genérico es aquel que tiene el mismo principio activo, con la misma fórmula cualicuantitativa, y la misma biodisponibilidad que otro existente en el mercado.
Defensa de Usuarios y Consumidores (DEUCO) realizó un informe en el que comprueba que los medicamentos aumentaron entre un 30 y un 600 por ciento en el periodo 1996/200. El informe toma más de la mitad de los medicamentos existentes. Lo revelador de este informe es que el incremento de precios se sucedió en tiempos donde la convertibilidad estaba presente y la inflación era en muchas ocasiones negativa. Es ante estas cifras que a los médicos municipales se le ocurrió el titular: "la dictadura de los laboratorios" para referirse a la problemática sanitaria.
LA CIUDAD ANTE LOS GENÉRICOS
Con una producción única de drogas para la tuberculosis y el sistema nervioso, los Talleres Protegidos (una institución gubernamental de la ciudad con capacidad para producir medicamentos) comprobaron la eficacia de los medicamentos genéricos. Pero los funcionarios porteños no se conforman con ello y están manejando la posibilidad de reactivar -como hace décadas- la capacidad de la red hospitalaria de la Ciudad para elaborar medicamentos e insumos básicos.
Algunos especialistas afirman que podría alcanzarse una producción mensual de 6 a 10 millones de unidades. Según trascendió, también se está estudiando la viabilidad de los diferentes laboratorios estatales para la fabricación de genéricos. Sin embargo, algunos descartan que el gobierno se enfrente al multimillonario negocio de los grandes laboratorios y, en cambio, busque alguna suerte de acuerdo que facilite una salida rápida a la emergencia del sistema de salud.
Entretanto, varios diputados entre los que se encuentran el vicepresidente de la Legislatura porteña, Cristian Caram (UCR), proponen que en las recetas médicas y en los envases de los medicamentos figuren en primer lugar y con letra más grande el nombre de la droga, y que esté secundado por la marca.
La legisladora, Beatriz Baltroc (ARI), por su parte, propuso que se declare la "Emergencia Económica", para que de esta manera se pueda importar en forma directa insumos y medicamentos, fabricar o fraccionar localmente genéricos y crear una "Banco Virtual de Precios Nacionales e Internacionales de Insumos y Medicamentos".
En tanto, la Universidad de Buenos Aires (UBA) estaría analizando equipar su laboratorio en la Facultad de Medicina para producir genéricos y crear una carrera especifica para instruir a los alumnos sobre esta práctica.