En una muestra mas de la ineficiencia y el desconcierto político que aqueja a la Legislatura porteña, la sesión de hoy, jueves, se empantanó de entrada por una serie de chicanas cruzadas entre las diferentes fuerzas políticas. La renuncia efectuada pocas horas antes por los diputados belicistas actuó como disparador de las contradicciones que existen al respecto en el cuerpo. Los calificativos de "oportunistas" provenían tanto de sectores del oficialismo como de algunos compañeros de bancada que decían haberse enterado por los diarios, al igual que María Laura Leguizamón, ex duhaldista devenida en belicista. El ARI que a nivel nacional propone la caducidad de todos los mandatos se lamentaba haber sido madrugado por la jugada de Béliz.
Mientras tanto un ofuscado Enrique Rodríguez reclamaba con criterio un cierto orden afirmando que "no es lo mismo la muerte de dos chicos (por los del Piedra Libre) que las renuncias de una chiquillada ( por los diputados "belines")" a la hora de la discusión. La izquierda mientras tanto apuntaba a la constitucionalidad de ciertos actos de gobierno y criticó en forma frontal la prórroga que firmó Ibarra por decreto de los superpoderes. Allí Jorge Altamira y Marcelo Vensentini se sacaron chispas, hasta hacer caer la sesión por unos minutos. Algunos diputados "transversales" como Alberto Fernández y Juliana Marino aprovecharon para salir rumbo al San Martín dónde hablaba Néstor Kirchner.
El Interbloque porteño con Jorge Mercado a la cabeza castigaba por igual en todos los temas, en la medida que los belicistas se iban quedando solos en la bancada justicialista. Llevaban dos horas y media de sesión y la orden del día no había comenzado. Una muestra más de la crisis política que envuelve al distrito, desatada ahora mas crudamente por el acortamiento de los plazos. La legislatura, una vez mas prefirió la pirotecnia electoral a las propuestas. Así les va a ir.
