El notable poeta del tango Homero Manzi fue homenajeado por la Legislatura porteña con la instalación de una placa en su nombre en la clásica esquina de San Juan y Boedo, con motivo de cumplirse este año el 50 aniversario de su muerte. Fueron los diputados José Palmiotti (Alianza), presidente de la Comisión de Turismo y Deportes de la Legislatura y Fernando Finvarb (ARI), presidente de la Comisión de Cultura y Comunicación Social del mismo cuerpo quienes se encargaron de descubrir la placa. También fueron dichos legisladores quienes tomaron la iniciativa, que se aprobó en la Legislatura.
Este homenaje tiene un marco particular: en octubre del año pasado se reabrió en la misma esquina el viejo bar Homero Manzi. El tradicional café -convertido ahora también en restaurante- se mostró en su reinauguración mucho más reluciente y deslumbrante que cuando cerró en marzo del 99, aunque mantuvo el talante arquitectónico de los cafés de los años 40 y conserva su frente intacto por haber sido declarado en 1995 por el Gobierno porteño como Área de Protección Histórica.
Se exhiben en el "Bar Esquina Homero Manzi" -su oficial nombre- unos manuscritos originales del propio poeta, objetos personales (como su partida de nacimiento) y unas pinturas hechas especialmente por el artista dibujante Hermenegildo Sábat; está decorado con las clásicas alusiones tangueras del filete y los faroles, y construido con cedro en sus paredes y muebles. Cuenta con un escenario donde bailan parejas profesionales de tango y capacidad para unas 300 personas. Abre todos los días, pero los fines de semana se los dedica exclusivamente a su música, el tango.
Con la colocación de la placa y el bar alusivo brillando latente, el notable santiagueño autor de los tangos "Sur", "Malena" y "Milonga sentimental", entre otros, se instaló como un referente ineludible en la esquina mas tanguera de la Ciudad de Buenos Aires.