Ayer explotó nuevamente una tapa de electricidad de la empresa abastecedora Edesur, en el barrio porteño de Floresta. No produjo daños ni lesiones a ninguna persona ni a inmuebles, pero el incidente ya se está convirtiendo en costumbre para los porteños. Hace exactamente 5 días voló una tapa igual en Once, que tampoco registró víctimas.
La empresa responsable del mantenimiento de las volátiles cajas esquineras -Edesur- sigue con el mismo discurso con el que se cubrió anteriormente: "La explosión se produjo por causas externas a la compañía", se limitó a informar. De esta manera, se despegó de toda responsabilidad, pero ya es la tercera tapa que explota en menos de un mes. Evidentemente, el mantenimiento de las cajas distribuidoras de energía eléctrica sufre algún tipo de irregularidad.
La Defensoría del Pueblo Adjunta de la Ciudad inició actuaciones sobre el incidente y además presentó un pedido de pruebas a la Superintendencia de Bomberos de la Policía Federal, al ENRE y a Metrogas. También citó a la empresa Edesur, que en una reunión, a través de su gerente de comunicaciones Daniel Martini, declaró que "es imposible que las cajas pudieran saltar por un problema eléctrico", con lo que esquivaron toda responsabilidad. El vocero de la empresa de electricidad indicó que las explosiones se deben a una causa externa, como al filtrado o a una combustión de gases, de lo contrario jamás se podrían generar los niveles de presión que se necesitan para hacer saltar las pesadas tapas de 50 kilos.
En esa reunión, mantenida con personal de la Defensoría, la empresa se jactó de estar reemplazando las viejas tapas por unos "buzones" que cumplen la misma función, pero que están elevados sobre las veredas, y no a ras del piso. "Ya llevamos colocados 4000 buzones", expresó el vocero de Edesur.
En la explosión anterior, ocurrida el pasado día 5, Edesur había expresado que la causa del incidente había sido un escape de gas que personal de la empresa había registrado durante una revisión habitual, y por lo cual levantó un reclamo de reparación a la empresa Metrogas. Metrogas reparó la perdida. Luego ocurrió el incidente, y la empresa declaró que no había registrado niveles de gas en el aire, con lo cual la explosión no se debió a una pérdida.
Lo cierto es que las tapas siguen volando. Y ya se cobraron una vida, la de Roberto Denegri, de 46 años, quien falleció en Villa del Parque al caer dentro de la cámara transformadora que la tapa, al saltar, dejó al descubierto. Estaba haciendo cola en un banco esperando realizar un trámite. Aunque Edesur siga deslindando responsabilidades, "es evidente que existe un problema en el cuidado de las cajas de electricidad, un deterioro en su mantenimiento", expresó a NOTICIAS URBANAS el Defensor del Pueblo Adjunto Gustavo Lesbegueris. El funcionario- indicó la defensoría- ya levantó actuaciones, y se encuentra investigando la causa, que está en manos del Juez del fuero Contencioso Administrativo, Alberto Baños.