Empezó el fin de la cárcel de Caseros. Ayer a la mañana, el Jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, anunció el comienzo de los trabajos de demolición de las unidades 16 y 1, conocidas respectivamente como "Caseros Vieja" y "Caseros Nueva".
"En primer término se realizarán obras de despeje de escombros y demolición de la planta baja del viejo edificio" – afirmó Ibarra desde el penal, ubicado en Caseros al 2200, en el barrio de Parque de los Patricios.
También anunció que comenzará a trabajar un grupo de geólogos y técnicos militares para realizar un estudio de factibilidad e impacto ambiental que establecerá el método de demolición más conveniente. Actualmente, se barajan dos opciones: el sistema tradicional y la implosión. El mencionado estudio costará 95 mil pesos. Para llevarlo a cabo, el Gobierno porteño firmó un convenio, el jueves pasado, con el Ejército Argentino.
Hoy, a las 14, se desarrollará una audiencia pública en el salón Montevideo de la Legislatura porteña (Perú 160), para que los vecinos puedan discutir allí qué zonificación y destino quieren para el predio. La Legislatura aprobó, en primera lectura, una ley que establece la construcción, en ese lugar, de una escuela pública, un centro cultural y un complejo de viviendas y espacios verdes. También se planea abrir una calle entre Pichincha y Pasco, que se denominará Rondeau y se mantendría un sector de la antigua cárcel como patrimonio histórico de la ciudad. Sin embargo, circuló por los medios la idea de construir un shopping, algo que fue descartado terminantemente por Ibarra. "Se van a construir viviendas y centros culturales" – aseguró el Jefe de Gobierno que, además, garantizó que la demolición traerá consigo un "proceso de desratización" y "una mejora del espacio urbano".
La cárcel vieja fue inaugurada a finales del siglo XIX como "Casa de Corrección". A lo largo de la historia cambió ocho veces de nombre y de funciones. En su época de esplendor, en la década del 50, llegó a tener hasta una pequeña piscina y un edificio anexo con 12 habitaciones con cama matrimonial, donde se cumplían las visitas íntimas de los detenidos.
El nacimiento de la cárcel nueva se remonta a los oscuros días de la dictadura militar, en 1979. Se construyó con un diseño vertical de 25 pisos, anacrónico para la arquitectura de la época. En abril de ese año ingresaron los primeros 17 detenidos, todos ellos presos políticos, sindicalistas. El primero fue Saúl Ubaldini.
La Unidad 1 llegó a albergar cerca de 1700 reclusos. Entre los más famosos se cuentan Guillermo Cóppola y los integrantes del Movimiento Todos por la Patria (MTP). La "Caseros Nueva" fue el escenario de numerosas irregularidades. Entre las denunciadas, se cuenta la presunta organización de una banda delictiva integrada por presos y agentes penitenciarios.