En sus resoluciones la Defensoria del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires detalla que "son cada vez más reiteradas las quejas que recibe esta Defensoria respecto a la pésima atencion que reciben los contribuyentes en las distintas áreas de la Dirección General de Rentas". Carpetas y expedientes perdidos, falta de actualizacion de las bases de datos, son algunas de las quejas que realizan los vecinos.
En lo que va del año los contribuyentes presentaron más de 516 denuncias contra Rentas, es decir que, aún lejos del fin de año, las quejas superan en más del 15 por ciento a las presentadas en el 2000.
Teniendo en cuenta que en el período que va de enero a julio de este año se alcanzó el total de denuncias contra esta direcion general presentadas el año pasado, no sería para nada extraño que al finalizar este año la Defensoria porteña verifique casi el doble de las denuncias del año pasado.
Las quejas más recurentes se dan por Patentes, Alumbrado, Barrido y Limpieza (ABL) y en los intereses que cobra el Estado para reinsertarse en una moratoria. Este último caso fue contemplado recientemente por un plan de la Secretaría de Hacienda del Gobierno porteño, que prevé que los contribuyentes que se incorporaron a los planes de financiación anteriores – y los abandonaron – puedan reengancharse sin trámites previos, con sólo pagar una cuota y con intereses menores a los que estaban pagando.
Ignacio Martino manisfestó ante la Defensoria haber vendido un vehiculo el 12 de abril de 1993, realizando el corespondiente trámite de transferencia el 14 de febrero de 1995. Posteriormente, desde Rentas lo intimaron al pago de patentes adeudadas de períodos posteriores a la venta del vehículo, en razón de que todavía seguía figurando como el titular.
Otro caso que demuestra la ineficacia de Rentas es el denunciado por Manuel Roberto Blanco, que, pese a suscribirse a un plan de facilidades, nunca pudo hacer los pagos corespondientes porque nunca le enviaron la tarjeta magnética que es la única manera de hacer el pago.
Roberto C. Rusch estaba adherido al sistema de débito automático, pero pese a ello, y a que el contribuyente mostró los comprobantes del banco que demuestran las transferencias, Rentas le seguia exigiendo que haga efectivo el pago de 237, 26 pesos, bajo apercibimiento de iniciar acciones legales. El denunciante no sólo no obtuvo respuesta, sino que la siguiente intimación que le llegó era por la cifra de 290, 93 pesos.
A otra vecina, la señora Aída Angela Diaco, le informaron en Rentas que los sellos de sus boletas pagas eran apócrifos y por tal motivo le exigen el pago de 15 facturas atrasadas, correspondientes a ABL.