Un estudio de la licenciada Paula Querido, de Integrar Consultora Mercosul (ICM) marca que la vieja y conocida pregunta "¿estudiás o trabajás?" parece no tener mucha vigencia en nuestra actualidad. Frente a un mercado laboral cada vez más estrecho y a las bajas posibilidades que sienten los jóvenes para desarrollar sus proyectos personales, la opción de seguir estudiando después del secundario ha aumentado en los últimos tiempos. El tradicional interrogante estaría siendo reemplazado por "¿estudiás o estudiás?", claro indicador de la falta de alternativas y caminos que perciben los futuros egresados del nivel medio.
Los referentes empíricos de esta situación son los siguientes: cuando se les pregunta a los alumnos de quinto y sexto año sobre qué aspecto de su vida cotidiana se vio más afectado por la crisis actual, 4 de cada 10 adolescentes contó que donde notaron más gravemente los perjuicios de dicha crisis fue en la posibilidad de generar proyectos propios, tanto personales como laborales. En tanto que 3 de cada 10 alumnos nombraron al ámbito familiar como la instancia más tocada por la situación social.
Es en este esquema desierto donde surge la posibilidad de la formación educativa: 8 de cada 10 alumnos afirman que piensan continuar sus estudios en el nivel universitario. El correlato de estos resultados es el aumento de matrícula que, en los últimos años, sufrió la Universidad de Buenos Aires.
A la hora de responder sobre si irán a votar en las próximas elecciones y los argumentos de la decisión, más de 7 de cada 10 alumnos afirmó que votará. El motivo más enunciado es la importancia de participar, con el 43 por ciento de las respuestas. De los casi 3 de cada 10 que informaron que no participarán en las elecciones esgrimieron como motivo que los candidatos son siempre los mismos.
El político que tiene mayor imagen positiva entre los jóvenes encuestados es Luis Zamora, con el 11 por ciento. Le sigue Adolfo Rodríguez Saá, con el 9,8 por ciento y en tercer lugar Elisa Carrió, con el 9 por ciento.
En cuanto al ránking de imagen negativa surge un dato fuerte si pensamos que los jóvenes encuestados inician su nivel educativo primario con el comienzo del gobierno de Carlos Menem, lo atraviesan con este modelo y hoy, a punto de egresar del sistema, juzgan al precandidato Carlos Menem como el de mayor imagen negativa. Así lo ve casi el 75 por ciento de los jóvenes. Le sigue en imagen negativa Ricardo López Murphy con el 56,6 por ciento y José Manuel De la Sota con el 52,5 por ciento.
Para jefe de Gobierno, el 12,3 por ciento de los alumnos consideran a Ibarra como el precandidato con mayor imagen positiva y en segundo lugar a Macri, el 9 por ciento. En tanto que en imagen negativa gana Macri con más de la mitad de los encuestados, le sigue Rafael Bielsa con el 49,2 y en tercer lugar Béliz con el 42,6.
Es destacable la correlación que existe entre la alta cantidad de chicos dispuestos a votar, su convicción sobre la necesidad de participación y, sin embargo, la baja imagen positiva general de los candidatos.
LA REVALORIZACIÓN DEL SISTEMA EDUCATIVO MEDIO
Los datos que surgen de la siguiente encuesta resultan muy valiosos en tanto reflejan la evaluación que del sistema educativo hacen los propios destinatarios. Quién mejor que los jóvenes que están cursando el último año del nivel medio para opinar sobre el secundario, sus debilidades y fortalezas. Pocas veces los mismos alumnos son invitados a emitir juicios sobre educación y en este sentido es que se consideran como muy relevantes los resultados que arroja este sondeo.
En primer lugar resulta muy positivo el dato de que sólo uno de cada 100 encuestados considera que el secundario no reviste importancia. El resto, casi el total de los jóvenes, opina en sentido contrario adjudicándole relevancia al paso por el nivel medio de la Educación.
Es alentador descubrir que el 60 por ciento de los encuestados considera como buena y muy buena a la calidad educativa que reciben. Sin embargo la oferta actual no cubre del todo las expectativas de los alumnos; los chicos quieren más: 6 de cada 10 alumnos piensan que el nivel de exigencia académica debería ser más elevado. La argumentación de esta postura se divide en tres grupos: en la necesidad de contar cada vez con más recursos para poder desempeñarse en un escenario social y laboral que gana en exigencia día a día, como paso intermedio a la universidad y para adquirir mayor cultura general. Esto estaría dando cuenta de una valoración nueva y más positiva hacia el sistema medio.
Con respecto al régimen disciplinario surgen dos respuestas parejas: 4 de cada 10 jóvenes plantean la necesidad de contar con sanciones disciplinarias más firmes, casi la misma cantidad de jóvenes cree que las que actualmente se aplican son las correctas y sólo el 6 por ciento dijo querer reglas disciplinarias menos rígidas.
La alta valoración que tiene el sistema educativo medio es coherente con otra información que dio a luz esta encuesta: la rotunda aceptación que manifestaron los entrevistados hacia la nueva Ley de Obligatoriedad de Nivel Medio recién sancionada en Ciudad de Buenos Aires. Más de 9 de cada 10 jóvenes ven con agrado esta modificación. Entre las razones mencionadas se describen: la importancia de que la educación sea un derecho real de todos, y la relevancia del secundario en relación a la formación personal y humana, al progreso social y al manejo de más herramientas para el tomar decisiones cívicas. Es decir, se sostiene la existencia de una relación entre educación y ejercicio ciudadano, si bien muchos aclaran que sería pertinente acompañar esta medida con ayudas económicas para que la finalización de los estudios pueda ser posible realmente.
