Arranca el II Festival de Cine de San Telmo

Arranca el II Festival de Cine de San Telmo

Del 19 al 22 de agosto se realizará el II Festival de Cine de San Telmo. Es un emprendimiento independiente, llevado adelante a pulmón por jóvenes directores y realizadores. En este reportaje, sus organizadores cuentan qué esperan de este evento, en el que participarán 30 largometrajes y 230 cortos


El cine es el arte de proyectar los sueños. Sueños individuales y sueños colectivos. El Festival de Cine de San Telmo, que se realizará desde el 19 hasta el 22 de agosto, está hecho por jóvenes que buscan un espacio en común para poder ver qué pasa con los nuevos talentos del cine argento.

Espíritu independiente, trabajo de hormiga y voluntad a prueba de trabas burocráticas llevaron en febrero a un grupo de jóvenes a una reunión de donde salió la idea de concretar la segunda entrega del Festival de Cine de San Telmo. Con la experiencia de haber organizado el primer festival en el Cabaret Voltaire, en agosto del 2003, ya sabían cuales serían los objetivos de esta nueva convocatoria.

"La idea del Festival surge con el barrio de San Telmo por su intensa actividad cultural y por su historia, cuenta Karina Maccio, directora del Festival. Es un barrio que une estas dos ideas que nos interesaban mucho. Lo ves con los turistas que vienen a buscar algo típico de Buenos Aires y lo ves también con los jóvenes que pintan, filman, hacen talleres de poesía y hacen música. Nos gusta la idea de que San Telmo tuviera un corredor audiovisual, de aquí surgió la idea principal de este Festival".

"Este año, a diferencia del año anterior, la idea es mucho más ambiciosa -comenta Patricio Bottos, productor del Festival-. Lo es desde el material recibido, sobre la cantidad de secciones que tiene el encuentro. Y sobre todo porque pudimos concretar el trazado del corredor audiovisual, que el año pasado fue una idea y ahora es una realidad. La idea del corredor de unir la geografía con lo que pasa artísticamente dentro del Festival es una propuesta innovadora. No hay un encuentro donde se pueda disfrutar de una buena película y del barrio.

Para concretar este corredor audiovisual, el Festival se desarrolla en tres sedes diferentes. Los lugares de proyección son el Centro Cultural Plaza Defensa (Defensa 535), el Instituto Superior Octubre (Venezuela 356) y Urania Giesso (Cochabamba 360). A diferencia del año pasado, donde la sala era un bar, esta vez la proyección será en una sala.

"En cierta forma es un premio para el realizador. Ver tu trabajo proyectado en una sala es importante", dice Patricio. "Mas allá de que el Festival tiene un premio interesante, para nosotros el verdadero premio es poder mostrar lo que se esta haciendo en buenas condiciones técnicas. Poder presentar tu trabajo y generar un espacio que sea interesante para el publico es un buen antecedente que esperamos que quede de este evento", agrega Karina.

A medida que pasa la charla se nota el esfuerzo que hicieron para llegar en "buenas condiciones" a la apertura del Festival. "Tenemos miedo de que este festival arrase con nosotros", comenta entre risas, Karina.

Sin dudas lanzarse a realizar un trabajo de estas características requiere de mucho apoyo. "Tuvimos apoyos, privados y oficiales, pero también fue nuestra voluntad de realizarlo lo que nos moviliza. Nunca te podés quedar con un no, siempre tenés que convencer y trabajar para generar un espacio de encuentro con nuevos artistas, con nuevos sponsors. Hoy todo está hecho a pulmón, pero la idea nuestra es volverlo profesional, para poder afirmar el trabajo artístico".

La convocatoria para armar la grilla de programación demuestra que lo artesanal esta presente aquí. Sin dudas, en una época de alta tecnología, la metodología del llamado de los trabajos desafió todo tipo de lógica. "Funcionó mucho el boca a boca -comentan a dúo-. Fue llevar la propuesta, recorrer escuelas, universidades, talleres. A todos les gustó la propuesta y generó mucho entusiasmo".

"Hay tanto material -dice Patricio-, tantos buenos trabajos que buscamos la forma de incluirlos en la muestra. Aún a aquéllos que no podíamos clasificar. Y éste fue nuestro desafío: poder presentarlos más allá del tiempo, del género y encontrarle un punto de contacto con otras realizaciones".

El material documental ocupa un lugar importante en este festival. "Hay mucho material que refleja la lucha social. Sobre todo a partir del 2001, mucha gente salió a documentar el presente inmediato. La lucha social, marchas, movimientos piqueteros, hoy todos los grupos sociales tienen muy en claro cómo trabajar sus propios documentales y presentar su punto de vista", añade Patricio.

También hay un lugar para los documentales que tienen una mirada retrospectiva. Hay mucho material de Malvinas y documentales sociales y étnicos que recuperan la memoria de las comunidades aborígenes. "Esto es importante porque nos llegaron casi 230 cortos y 30 largometrajes. Ofrecer un lugar de exhibición en un barrio como San Telmo, que tiene una diversidad de público tan buena porque tiene mucho turismo, muchos estudiantes, pero también es un barrio periférico, nos da una audiencia muy amplia, es algo que nos gusta", se entusiasma Karina.

La tarde sigue ofreciendo gotas del cielo y es hora de partir. Nuestra entrevista va llegando a su fin. Todo esto es trabajo en equipo, cuenta la directora del Festival. Damián Boggino (producción y programación), Sebastián Sires (producción) y Virginia Janza (prensa) afinan los últimos detalles. El jueves, el II Festival de Cine de San Telmo será una realidad. Y los sueños muchas veces son más lindos verlos desde la realidad.

Para más información, cartelera y programación, se puede visitar la pagina oficial del Festival: www.fcst.com.ar .

El sábado, en Urania Giesso, además, los organizadores realizarán una fiesta.

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