Luego de un extenso debate, los legisladores porteños aprobaron un proyecto de la diputada Mónica Bianchi (Autonomía Popular) que establece que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires deberá promover la convivencia armónica de las personas con los animales domésticos, dentro de una concepción de respeto por la vida y controlar la población de los mismos, previniendo su reproducción a través de los planes de esterilización quirúrgica y gratuita de perros y gatos de modo de producir un impacto poblacional.
La ley sancionada fue producto de un despacho de mayoría de la Comisión de Salud, aunque la diputada Ana Suppa y su compañero de bloque Claudio Ferreño (Frente para la Victoria) decidieron presentar un despacho de minoría. Los legisladores fundamentaron esta decisión en que "la nueva concepción ecologista no propende a la eliminación de los animales sino su convivencia armónica de las personas con aquéllos, estimulando la adopción de hábitos y prácticas tendientes a evitar el abandono y la reproducción indeseada a través de medios éticos y no cruentos".
Por otra parte, los diputados Fernando Melillo (ARI) y Sandra Dosch (Frente Grande) presentaron observaciones a los despachos, pidiendo -en ambos casos- la vuelta a Comisión del expediente para poder estudiar con más detenimiento esta problemática, sólo que Melillo solicitó un giro adicional a la Comisión de Ecología.
Dosch sostuvo que "es necesario avanzar en una ley de Salud Animal, algo en lo que si bien se ha trabajado mucho nunca se pudo concretar". Además la diputada ibarrista le acercó a la diputada Bianchi el despacho elaborado sobre el tema por la Comisión de Salud de la anterior composición que no pudo ser tratado y, por lo tanto, perdió estado parlamentario.
En tanto, la presidenta del bloque Autonomía Popular, Beatriz Baltroc, aseguró que "todas los cuestionamientos que se dan en torno a esta ley tan sencilla se deben a dos cosas. Por un lado, están los intereses de aquéllos que consideran a la esterilización como una especie de eutanasia y por otro lado, están quienes responden a la corporación de los veterinarios".
Finalmente, los diputados se comprometieron a trabajar en una ley de Salud Animal y sancionaron el proyecto de Bianchi, quien se mostró más que satisfecha con el logro porque "la matanza de animales domésticos sin dueño y otros métodos similares han demostrado carecer de fundamentos éticos y de eficacia alguna; en cambio, la esterilización quirúrgica es aceptada en todo el mundo y en muchas partes de nuestro país como método correcto para el control de la superpoblación animal".
