El proyecto para desdoblar las elecciones que presentó el diputado Pablo Caulier -del bloque Bases y Puntos de Partida- será tratado en el recinto el próximo 29 de agosto, tal como lo establece la preferencia votada en la sesión de este jueves. El proyecto establece la separación de las elecciones para que no coincidan las nacionales con las del distrito porteño y se opone al proyecto que envió hace un tiempo el jefe de Gobierno a la Legislatura.
De todos modos, casi resignados a la caída de las elección unificada, los hombres de Ibarra en la Legislatura, que no consideraron nunca este punto como innegociable, intentarán acordar cuatro puntos con el resto del espectro político legislativo: la sanción de un código electoral, la caducidad anticipada de los mandatos, la descentralización de la elección en cuatro regiones y la personalización de las candidaturas.
A pesar de que las negociaciones poseen un ritmo febril, el oficialismo tiene conciencia de que las posibilidades de un acuerdo están muy lejanas. "No hay voluntad política", dicen. Lo que vuelve remota la posibilidad de los acuerdos es que para los cuatro puntos que pretende aprobar, el oficialismo necesita reunir los dos tercios del total de los diputados, es decir, 40 votos.
Sus ex amigos radicales, por su parte, concientes de la urgencia que acomete a la gente de Ibarra, se muestran remisos a aceptar los cuatro puntos, que consideran que no favorecerían su performance electoral. Desde el Frente Grande ironizan: "en realidad, los radicales no quieren que haya elecciones nunca más, porque ahora están parados en el desierto".
El diputado Héctor Costanzo (UCR) dice que "hay que ser muy cuidadoso con el manejo de estas leyes que precisan mayoría especial para su aprobación. Los especialistas que convocamos para que asesoren a los diputados, nos plantearon que sería deseable que antes de reformar la Constitución de la Ciudad no estaría de más que se la cumpliera".
Los radicales sólo acompañarían al Frente Grande en el tema de la sanción de un código electoral para la Ciudad, ya que hasta ahora, como éste no existe, se utiliza el de la Nación. No sin cierta sorna, de todos modos, suelen recordar que el proyecto de creación de un código electoral que envió Aníbal Ibarra a la Legislatura "es inconstitucional" porque no respeta la proporcionalidad y que es regresivo porque tampoco respeta el cupo femenino.
Eduardo Valdés, que integra la bancada justicialista, manifestó que "para aprobar el proyecto que envió Ibarra hay que convocar a una reforma constituyente, ya que no respeta la proporcionalidad de las representaciones".
Lo que es casi seguro es que finalmente el proyecto del oficialismo morirá ahogado en los cajones, por lo que el Frente Grande está velando las armas para cuando la negativa de los demás en acompañarlos se haga efectiva. Entonces acusarán a sus opositores de negarse a acompañarlos "en los cambios que quiere la gente".