La jornada del domingo estuvo signada por agresiones a funcionarios kirchneristas en distintos ámbitos. Mientras que el vicepresidente de la Nación, Amado Boudou, fue abucheado en ocasión de su participación del acto oficial por el Bicentenario de la Batalla de San Lorenzo en la provincia de Santa Fe, el viceministro de Economía, Axel Kicillof fue agredido en la embarcación de Buquebus en la que viajaba desde Colonia. En repudio de ambos episodios, el gobernador bonaerense, Daniel Scioli pidió que “todos contribuyamos a la armonía” y advirtió que “no puede pasar que la gente se empiece a enojar con la política”.
Por su parte, y durante el acto del que formó parte, el compañero de fórmula de la Presidenta señaló que “es una actitud fascista no escuchar lo que otros tienen que decir”, se quejó ante los gritos y silbidos que recibió cuando ofrecía su discurso y recordaba al ex presidente Néstor Kirchner.
Además, el funcionario pidió “bajar los decibeles con las agresiones. Nosotros formamos un Gobierno lleno de amor”, reclamó luego de afirmar que “no hay proyectos locales sin un proyecto nacional y no hay un proyecto nacional sin un proyecto latinoamericano”. Y comparó las batallas de San Martín con la disputa del Gobierno contra los fondos buitre que, afirmó, “son como los españoles que asolaban y robaban esta tierra, pretenden asolarnos y robarnos a los argentinos”.
Una vez finalizado el evento, el vicepresidente expresó mediante su cuenta de Twitter que “la valentía para enfrentar a los poderes es una cualidad de todos los líderes” y que “la tuvo San Martín, la tuvo Néstor y la tiene la Presidenta”.
En sintonía, sostuvo que “esa valentía es lo que nos permitió rescatar el país luego del 2001” y rememoró que “San Martín libraba una batalla por la igualdad y es nuestro legado”.
Por su parte, y durante la ceremonia, de la que también participó el gobernador provincial, Antonio Bonfatti, quien llamó al Gobierno nacional “a coordinar fuerzas con una estrategia compartida para vencer al enemigo común”.
Respecto al inconveniente de Kicillof fue durante su viaje de vuelta de Colonia junto con su familia. Cuando los pasajeros notaron su presencia, un grupo de personas comenzó a insultarlo, a gritarle y a abuchearlo. Frente a esta situación, el viceministro fue resguardado en la cabina del comandante del barco, para evitar que los pasajeros siguieran exasperándose.
El funcionario decidió no enfrentar los insultos y mantenerse en silencio. El episodio se prolongó durante algunos minutos.
