El diputado socialista Alfredo Bravo se presentó este martes ante la Comisión de Acusación del Consejo de la Magistratura para reclamar que se les inicie juicio político a los miembros de la Cámara Nacional Electoral Rodolfo Munné, Alberto Dalla Vía y Santiago Corcuera. que le otorgaron a Gustavo Béliz la banca de senador porteño que Bravo también reclama para sí.
La exposición del legislador socialista -que fue acompañado por su asesor jurídico, el ex juez Juan Manuel Ramos Padilla- se extendió por una hora y no consiguió el asentimiento de los consejeros, que le manifestaron que si tenía dudas sobre la actuación de los camaristas debía presentarse ante la justicia penal.
El presidente de la Comisión de Acusación, el diputado radical Marcelo Stubrin, opinó sobre la presentación de Bravo."Yo creo que tiene razón -dijo-, que la banca es de él, pero independientemente de eso sostengo que los camaristas no incurrieron en mal desempeño al dictar su fallo".
UN POCO DE REVISIONISMO
El origen de esta causa habría que situarlo en las proximidades del propio Bravo. Cuando se presentaron las listas para las elecciones del 14 de octubre último, el legislador socialista autorizó a Juan Carlos Dante Gullo, presidente de Patido Nuevo Milenio, a presentar una lista propia para diputados, pero llevando en su boleta para senadores porteños a Bravo y a Susana Rinaldi.
Pero el espíritu crítico de los socialistas se inmiscuyó en un trámite que parecía sólo un formalismo. Bravo no tuvo la deferencia de consultar a la Junta Ejecutiva de la Federación Socialista Democrática de Buenos Aires -cuya personería jurídica utilizó el ARI para presentarse a elecciones en la Capital Federal- acerca de la presentación de la boleta de Nuevo Milenio que involucraba a candidatos socialistas; es decir él mismo, Susana Rinaldi y Héctor Bravo como senador suplente.
La Junta Ejecutiva del socialismo entonces -además de impugnar la lista de Gullo ante la justicia- le ordenó a Héctor Bravo a que no firmara la homologación de la lista del "Canca" Gullo. De esa manera, si bien fue aceptada por la Justicia Electoral, ésta quedó en una condición de extrema debilidad ante cualquier planteo judicial.
En una primera instancia, la jueza con competencia electoral María Romilda Servini de Cubría, le dio la razón a los argumentos de Bravo, pero cuando su fallo fue apelado, la Cámara Nacional Electoral revocó la decisión de Servini y le otorgó la banca de senador a Gustavo Béliz.
Posteriormente Bravo volvió a apelar y el caso duerme en la Corte Suprema de Justicia desde hace siete meses. De todos modos, más allá la decisión de ésta, la Cámara de Senadores también debe expedirse sobre el tema y aún no hay noticias sobre cuál será su decisión.