A partir del 1 de febrero, la Secretaría de Descentralización y Participación Ciudadana que conduce el albertista Héctor Capaccioli tiene planeado remover a la mitad de los directores de los 16 Centros de Gestión y Participación (CGP’s) que tiene la Ciudad y que constituyen la representación del Gobierno porteño en los barrios.
"Estamos cambiando alrededor de ocho directores y ratificando al resto", adelantó Capaccioli a NOTICIAS URBANAS. Y agregó que "estos cambios le van a dar más dinamismo a la gestión".
La propuesta de los nuevos nombres se tendrán que trasladar al Ejecutivo para que el jefe porteño dé su visto bueno. Y si las negociaciones entre ibarristas y kirchneristas marchan sin mayores cortocircuitos -cosa que hasta hora no ocurrió-, los cambios podrían darse a partir del 1 de febrero.
El control de los GGP’s es el punto más importante de esta secretaría que Aníbal Ibarra otorgó a los hombres del Gobierno nacional, porque facilita la construcción política territorial en la Ciudad. Ibarra no pierde de vista este punto, por lo que la concesión de este espacio fue parcial.
En la Subsecretaría de Participación Ciudadana -la más estratégica porque comprende a los CGP’s- colocó a uno de sus fieles laderos, Luis Véspoli, mano derecha del influyente jefe de Gabinete Raúl Fernández.
En verdad, en la Secretaría que el jefe porteño le otorgó a los hombres del Presidente en retribución por el apoyo a su reelección, los espacios fueron distribuidos por partes iguales entre el ibarrismo y el kirchnerismo. Así, uno de los directores es Sergio Abrevalla, ligado a Capaccioli y el otro, de Gestión local, es Claudio Andrili, puesto por el jefe porteño.
Según Capaccioli, los cambios en la conducción de los CGP’s "fueron consensuados no sólo con el ibarrismo sino con el Gobierno nacional. Fueron hechos en sintonía con Alberto Fernández".
No es un secreto que Capaccioli es el principal operador del jefe de Gabinete nacional en la Ciudad, ni tampoco que Alberto Fernández tiene el objetivo de suceder a Ibarra en el sillón del Palacio porteño. Menos, que Ibarra -que no puede ser reelecto- va a dar pelea para conservar su espacio de poder. La disputa por los CGP’s no es ajena a este contexto.
Por otra parte, en la última semana venía creciendo el malestar del kirchnerismo con Ibarra y sus diputados más fieles en la Legislatura. Los diputados porteños que se alinean con el presidente Néstor Kirchner amagaron, incluso, con romper su alianza con el ibarrismo si sus (¿ex?) socios siguen tejiendo acuerdos secretos con el macrismo a sus espaldas, según la versión del kirchnerismo.
Desde el Ejecutivo, el jefe porteño le había confirmado a NOTICIAS URBANAS que convocará a Mauricio Macri y a Patricia Bullrich para acodar puntos comunes que se llevarían adelante como una política de Estado.
"El Gobierno de la Ciudad puede convocar a sus opositores, a (Mauricio) Macri y a (Patricia) Bullrich, pero los puntos que se acuerden no nos comprometen a nada, no son vinculantes", opina Capaccioli.
"Kirchner también se reúne con la oposición. Claro que la imagen del Gobierno nacional no es la misma que la del Gobierno porteño", finalizó, sugerente.
