No es hora de eufemismos. La frase no le pertenece al legislador de Compromiso para el Cambio (CpC) el radical Jorge Enríquez, pero serviría casi a la perfección para describir sus afirmaciones políticas. "Mientras el Poder Ejecutivo bate parches sobre no criminalizar la protesta social, la situación toma un cariz en el que el destino de los
argentinos aparece incierto. Hemos llegado a la magia de la transversalidad, que logra convertir a un personaje violento (en obvia referencia al piquetero Luis D’Elía) en el Mahatma Gandhi. El gobierno no saber cómo frenar el propio monstruo que alimentó", disparó el diputado como para dejar bien en claro que para él no existen piqueteros buenos y piqueteros malos.
De esta manera el presidente de la Comisión de Seguridad de la Legislatura volvió a criticar en duros términos la posición oficial sobre el tema de los piqueteros. Enríquez lamentó que "haya muertes de primera y muertes de cuarta. La ocurrida en una oscura reyerta, cuyas modalidades y causas aún no han sido precisadas, es motivo de la destrucción de una comisaría, tácitamente consentida desde las más altas esferas del poder, de intervención de la comisaría agredida, de marchas y paros; sin embargo, la de un oficial de la Policía Federal enterrado el viernes, que cae en cumplimiento de su deber, no despierta en los funcionarios públicos el menor interés", manifestó el legislador minutos después de que finalizará la marcha en donde se pedía justicia por el asesinato del piquetero Martín Cisneros.
Para el legislador, "sólo falta que D’Elía sea postulado por la Argentina para el Premio Nobel de la Paz, ya que nada menos que el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, le agradece sus gestiones para serenar los ánimos y evitar mayores incidentes en la toma de la comisaría".
"Esto es lo mismo que tomarnos a los argentinos de estúpidos: todos sabemos que fue precisamente D`Elía el instigador y principal ejecutor de tales actos de barbarie, que incluyeron de su parte amenazas de muerte a los agentes que se hallaban en el lugar. Hemos llegado a la magia de la
transversalidad, que logra convertir a un personaje violento en el Mahatma Gandhi", puntualizó el diputado.
Enríquez señaló para finalizar que "la desorientación gubernamental es asombrosa y encima el pato de la boda lo pagamos los ciudadanos pacíficos".