Ayer, en una sesión plenaria de más de cinco horas realizada en la Legislatura porteña fueron interrogados Jorge Telerman, secretario de Cultura de la Ciudad, y Pablo Batalla, director ejecutivo del Teatro Colón. Los funcionarios debieron explicar las circunstancias que atraviesa la institución con respecto al atraso en el pago de salarios y a algunas anormalidades contractuales.
Tanto Telerman como Batalla admitieron que los cantantes nacionales no cobraron debido a los ajustes presupuestarios: "se va completando el presupuesto a medida que ingresan fondos, y hoy en día la recaudación está por debajo de las previsiones", explicaron. Ambos funcionarios se sometieron a las preguntas formuladas por unos 20 diputados presentes y por los trabajadores del teatro, que demandaban respuestas concretas. "El presupuesto anual del Teatro Colón es de 42, 4 millones de pesos, de los que un 76 % son para el pago de salarios, y eso es invariable", dijo Telerman, y agregó que "el salario promedio de la planta es de 1780 pesos".
Batalla se comprometió a que "antes de fin de año, en los primeros días de diciembre, las deudas que el Colón tiene con los trabajadores serán resueltas en un 95 %", y Telerman señaló que se abonarán en blanco las horas extras que se adeudan.
La interpelación -que fue aprobada en forma unánime por todos los bloques de la Legislatura- fue pedida por los diputados Alicia Pierini y Eduardo Valdez, del bloque del FreJu, a través de un pedido de informes. Se realizó tras una denuncia de los cantantes líricos del Colón, que reclamaban por no haber cobrado por sus actuaciones en lo que va del año y que no tenían contratos firmados. En el informe, también se cuestionaba la realización de onerosos espectáculos con cantantes líricos extranjeros -que, según los trabajadores del Colón, sí cobraron, y mucho-, y por la instalación de una política cultural que relegaría a los artistas criollos. También la deuda que se mantiene con los chicos coristas, a los que no les pagan viáticos fue agregada al temario.
El gran ausente fue el director artístico del Colón, Sergio Renán, la figura más cuestionada en torno a esta crisis. Al comienzo de la sesión, el diputado Fernando Finvarb (ARI), que presidió la interpelación, comunicó que Renán no se haría presente por encontrarse de viaje en Nueva York. Los trabajadores del Colón, muy molestos, alegaron que Renán "se la pasa en el exterior" y pidieron que se les informe sobre el salario que percibe (unos 8300 pesos de bolsillo, trascendió luego), los viáticos que cobra y la cantidad de días que estuvo ausente del teatro. También los legisladores se mostraron molestos por su ausencia. Aseguraron que "reiteradas veces el funcionario se negó a participar en las convocatorias a las que fue citado por la Legislatura". La más dura fue Juliana Marino, que expresó que "para mi, Renán tiene que irse". "Gestión tras gestión lo siguen poniendo -siguió la diputada- porque es una figura del establishment cultural de la Ciudad". La legisladora Vilma Ripoll afirmó: "Lo que están preparando es una privatización. Y la primer señal de eso es que sigue estando Renán, y el Gobierno lo sigue bancando".
A pesar de que los funcionarios se comprometieron a saldar la deuda y señalaron que, a fin de cuentas, "las diferencias existentes no son mayores", y que "todos queremos el mejor Teatro Colón", existe un clima en el que reina una gran desconfianza, producto de un conflicto que arrastra varios años. Entretanto, los trabajadores siguen esperando, sin contrato y sin cobrar.