El proyecto para reformar la Constitución porteña, presentado días atrás por el diputado radical Cristian Caram (UCR), parece que no cayó bien en la Legislatura. Al menos, no en la comisión de Asuntos Constitucionales, encargada de discutirlo y de resolver si se trata o no en el recinto de sesiones. Cinco diputados de los nueve que integran dicha comisión manifestaron duras críticas hacia la propuesta, a la que consideran una simple jugada mediática.
El proyecto propone, entre otras cosas, permitir la postulación de candidatos por fuera de los partidos políticos, eliminar privilegios a los jueces de la Ciudad, reducir dietas a los legisladores, obligar a realizar declaraciones juradas de bienes a los funcionarios públicos y, para los que poseen cargo electivo, un compromiso preelectoral cuyo no cumplimiento puede acarrear la revocatoria del mandato. También se promueve ampliar el período de sesiones ordinarias de la Legislatura, suprimir las futuras juntas comunales para instituir en su lugar un sistema de alcaldías unipersonales y establecer un lapso máximo de doce meses de máximo, a contar desde el día en que se vote la reforma, para que la Ciudad tenga policía propia, cuyos comisarios, según se propone, deben ser elegidos por la sociedad.
"Me parece que es un proyecto oportunista, que plantea lo que, según las encuestas, la gente quiere escuchar", disparó el vicepresidente segundo de la Legislatura, Julio Vitobello (PJ). El diputado afirmó a NOTICIAS URBANAS que "una reforma constitucional es algo serio" y que "no es el momento para discutir esto ahora, con la crisis que hay". "La responsabilidad del oficialismo en la ciudad -agregó- es gobernar bien y no lo están haciendo. La de Ibarra es una gestión malísima pero, en vez de dedicarse a administrar bien la cosa pública, presentan fuegos de artificio", remató.
Su par de bancada, el diputado Jorge Argüello, afirmó a su vez que el proyecto ";está condenado al olvido porque no es trascendente". "Está más motivado por el afán de lavar las culpas del radicalismo y cambiar la imagen que lograr una reforma de fondo", aseguró.
Mas allá de las opiniones de los dos representantes justicialistas de la Comisión, en las propias filas de la Alianza el proyecto también fue cuestionado. El diputado frepasista Roque Bellomo, presidente de la Junta de Interpretación y Reglamento, puntualizó que "no es el momento para es plantear la reforma", al tiempo que afirmó que hay cuestiones tendientes a mejorar el funcionamiento de la Legislatura que pueden resolverse de manera interna. "Le tengo estima a Caram, pero esto es un absurdo. Le está errando al mecanismo. No es con estas articulaciones que se logra una mejor funcionalidad de la Legislatura", afirmó.
El diputado manifestó también su oposición al tema de la rebaja de los sueldos de los diputados, uno de los puntos planteado en el proyecto. "Nadie cree que los problemas se solucionan bajando las dietas. El mandato es cumplir con eficiencia la función y la Legislatura ha bajado su rendimiento porque ahora hay 16 bloques y todo es muy difícil acordar", expresó.
Por su parte el radical Héctor "Tom" Costanzo dijo que estaba fuera de contexto pensar una reforma constitucional "cuando no sabemos si el gobierno nacional va a llegar al 2003".
"Creo que son demasiadas buenas intenciones y nada más. No era momento para presentar este proyecto". Sí, en cambio, se mostró de acuerdo con las rebajas a las dietas de los legisladores y la supresión de los privilegios a los jueces de la Ciudad.
La diputada Juliana Marino (Generación Intemedia) fue un poco más sutil en la forma de criticar, pero en el fondo manifestó la misma idea. "Una reforma de este tipo requiere del compromiso de todos. Si se la presenta en soledad, por alguien que tiene tal preponderancia en la Legislatura y que, con seguridad, va a obtener una gran repercusión mediática, puede pensarse que tiene fines especulativos", afirmó.
MOSCARIELLO A FAVOR
De los diputados de la comisión de Asuntos Constitucionales consultados por NOTICIAS URBANAS, el único que se mostró a favor fue el demócrata progresista Oscar Moscariello.
"Acompañé el proyecto por varias razones. La principal es que permite avanzar en la descentralización, ya que la reforma agiliza el tema de las comunas al eliminar las juntas y reemplazarlas por un único representante por cada una, con cargo electivo. También estoy de acuerdo con que se obligue a pagar los impuestos a los miembros de Poder Judicial", afirmó.
"Otra cuestión por la que suscribí el proyecto -continuó Moscariello- es que promueve la resolución del tema de la policía propia (da un plazo de doce meses a partir de la sanción de la reforma para que se dé el traspaso de la Policía Federal a la Ciudad o, en su defecto, se cree un cuerpo propio) y propone la elección directa de los comisarios, algo que consta en las tesis de Lisandro de la Torre".
Consultado acerca de las expresiones vertidas por sus pares de comisión, Moscariello argumentó que todo proyecto que responda a las demandas sociales corre el riesgo de se calificado de oportunista. "La reforma política que planteó hace poco Aníbal Ibarra sí lo fue -aseguró el diputado- ya que si uno la analizaba se notaba que proponía cosas de imposible cumplimiento". "En este caso, la propuesta plantea un debate que, tarde o temprano, hay que hacer".
Para Vitobello, en cambio, no hay diferencia entre las propuestas de Caram y de Ibarra. "Me parece que la que presentó Caram responde a una interna. Ibarra saca una reforma y el radicalismo le contesta con otra. Yo le pediría al oficialismo que gobierne y que mejore la calidad de vida a los porteños", finalizó.