En las escalinatas del Palacio de Tribunales se congregaron referentes de la oposición para protestar contra el proyecto de reforma judicial que ya obtuvo dictamen de mayoría en el Senado y busca (mientras tanto) misma suerte en Diputados para pasar al recinto. Mauricio Macri, Francisco De Narváez y Mario Barletta fueron algunos de los nombres de quienes encabezaron esta cruzada contra la embestida k.
El líder Pro optó por el silencio, mientras que el titular de Unión Celeste y Blanca fue uno de los principales oradores: “Eso no es debate, es un monólogo”, expresó.
Adhirieron a la movilización María Eugenia Vidal, Alfonso Prat Gay, Ricardo López Murphy, Gabriela Michetti, Federico Pinedo, Eduardo Amadeo, Patricia Bullrich, Paula Bertol y María Eugenia Estenssoro, entre otros. También exjueces y exfuncionarios vinculados con la Justicia.
Más temprano, en declaraciones radiales el jefe de Gobierno porteño sí solicitó que el trabajo judicial”se haga en tiempo real” y “no cuando el Gobierno deje el poder”. Lo malo de la justicia dijo precisamente, “es que no funciona en el tiempo real”.
En relación, expresó que “no hay nada más importante que defender la libertades” y que eso “no significa que somos todos del mismo partido” y que “proponemos las mismas soluciones”.
Macri reconoció, sin embargo, que desde su Gobierno también se quejaron en varias oportunidades por el uso de medidas cautelares sobre las decisiones de su gestión, pero reclamó igualmente que Nación no las limite con la reforma judicial.
Respecto al caso de Lázaro Báez pidió que la justicia “funcione e investigue” el presunto lavado de dinero.
A partir de la investigación presentada en el programa “Periodismo para Todos”, el expresidente de Boca afirmó que “la corrupción daña la posibilidad de crecimiento de un país”.