Un Proyecto de Ley de siete diputados porteños de diferentes bancadas propone designar con los nombres de nueve mujeres, que fueron desaparecidas en la época de la dictadura, a otros tantos espacios verdes que se encuentran a la vera de la Autopista 25 de Mayo. Los diputados que firman el proyecto son Fernando Finvarb, Mario O’Donnell, Fernando Caeiro, Pablo Caulier, Elisa Cuitiño, Luis García Conde y Guillermo Oliveri
Ángela María Aietta, Delia Norberta Avilés, Esther Ballestrino,Ramona Esther Gastiazoro, María Eugenia Ponce, Matilde Vara, Irene Orlando, Rosa Haydée Cirullo de Carnaghi y Elsa Rabinovich de Levenson son, ellas nueve, madres de jóvenes militantes -detenidos o desaparecidos en la década del 70- que también fueron desaparecidas por la dictadura. Su delito fue el de de buscarlos cuando desaparecieron, o por haber desarrollado tareas solidarias con los presos políticos, cuando fueron encarcelados.
Ahora, los diputados porteños Fernando Finvarb (PSD), Mario O’Donnell (PJ), Fernando Caeiro (UCR), Pablo Caulier (Bases y Puntos de Partida), Elisa Cuitiño (UCR), Luis García Conde (ARI) y Guillermo Oliveri (PJ) presentaron un proyecto de ley por el cual se designará a distintos espacios verdes con sus nombres, en su memoria.
HISTORIAS DE VIDA Y ESPERANZA
Ángela María Aietta de Gullo nació el 7 de marzo de 1921 en Fuscaldo (Italia) y, ya en la Argentina, fue madre de cuatro hijos: Humberto, Leopoldo, Juan Carlos y Jorge. Desde la detención de Juan Carlos Dante Gullo comenzó a involucrarse en tareas de solidaridad con todos los presos políticos, hasta que el 5 de agosto de 1976 fue secuestrada de su propio domicilio, en el barrio de Flores. Algunos testigos la vieron con vida en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) durante 1976. Fue "trasladada" poco tiempo después. En 1979, otro de sus hijos, Jorge, fue secuestrado también y ambos continúan desaparecidos. Juan Carlos Dante Gullo recuperó su libertad en 1983. Con su nombre se designará a un espacio verde que está situado en la calle Jenner, entre Combate de los Pozos y Entre Ríos.
Delia Norberta Avilés de Elizalde nació el 16 de marzo de 1918 en Gualeguaychú. Madre de Alberto, Sofía y Felipe. Su hijo Alberto, que había sido liberado el 25 de mayo de 1973, volvió a ser apresado en septiembre de ese mismo año, por lo que Delia se sumó a la Comisión de Familiares de Presos Políticos, Estudiantiles y Gremiales. Se comprometió fuertemente con sus tareas, y el 19 de enero de 1977 presentó un recurso de amparo ante un juzgado federal de La Plata. Dos días más tarde, un grupo de tareas ingresó a su domicilio y la secuestraron junto con sus hijos Sofía y Felipe. Nunca más se supo de su paradero hasta hoy. Su hijo Alberto fue liberado de la prisión en 1984. Su nombre le será dado a una plazoleta situada en Cochabamba, entre Pasco y Pichincha.
Esther Ballestrino de Careaga nació el 20 de enero de 1918 en Paraguay. Llegó en 1947 a la Argentina junto con su esposo -ambos militantes del partido febrerista-, exiliados de la dictadura de Stroessner. En la Argentina tambié sufrieron persecusiones. Tuvo dos hijas: Ana María e Isabel. La desaparición del marido de su hija Mabel la impulsó a la militancia con los grupos de familiares de los presos. Fue una de las fundadoras de las Madres de Plaza de Mayo y participó desde el inicio en las rondas alrededor de la Pirámide de Mayo. Su hija Ana estuvo desaparecida durante cuatro meses, y cuando recuperó su libertad, Esther y sus dos hijas viajaron a Brasil como refugiadas. Más tarde sus hijas se fueron a Suecia, pero ella decidió volver al país. Siguió participando de las rondas, hasta que el 8 de diciembre de 1977 fue secuestrada en el operativo que realizó el grupo de tareas de la ESMA en la Iglesia de Santa Cruz. Desde entonces está desaparecida. Su decisión y su coraje fue siempre un ejemplo para las Madres de Plaza de Mayo. Un espacio verde ubicado sobre la vereda impar de la calle Alberti al 1300 se llamará como ella.
Ramona Esther Gastiazoro de Brontés nació el 16 de marzo de 1927 en Villaguay, en una familia de origen radical. Casada con Carlos Brontés, de intensa militancia en el peronismo, tuvieron seis hijos: José, Carlos, María, Adriana, Nora y Graciela. En 1975, su hijo José, militante peronista, fue detenido y recién después de 13 días -en los que permaneció desaparecido- fue encarcelado en el penal de Devoto. Ramona se incorporó a la "Comisión Peronista de Solidaridad" (COPESOL), desde la que informaba a los medios sobre la situación, solicitaba entrevistas con los obispos y elevó varios petitorios al Ministerio del Interior. La madrugada del 9 de marzo de 1977, un comando entró a su domicilio y la interrogaron violentamente sobre el paredero de su esposo y de otro de sus hijos, Carlos. La secuestraron, y desde entonces nunca más se supo su paredero. Su marido -que la buscó infructuosamente- falleció de una trombosis el 24 de diciembre de 1977. En la calle Cochabamba, entre Pichincha y Matheu, una plazoleta -situada sobre la vereda par- les recordará a los porteños que esa mujer seguirá viviendo en la memoria.
María Eugenia Ponce de Bianco nació en Tucumán el 6 de julio de 1924. Tuvo tres hijos: Alicia Hilda, Ana María y Luis Salvador. El 30 de abril de 1976, su hija Alicia María fue secuestrada delante de sus padres. María Eugenia comenzó así su largo peregrinar por comisarías, guarniciones militares e instituciones relig¡osas y estatales. Allí se contactó con otras madres que sufrían la misma situación, con las que formó parte del grupo fundacional de las Madres de Plaza de Mayo. El 8 de diciembre de 1977 fue secuestrada en las puertas de la Iglesia de Santa Cruz y desde entonces está desaparecida. Su nombre seguirá recordándola en una plazoleta situada en la calle Jenner, entre Combate de los Pozos y Sarandí.
Matilde Vara de Anguita nació el 17 de junio de 1926 en Buenos Aires. Tuvo dos hijos: Horacio y Eduardo. Cuando detuvieron a este último en septiembre de 1973, se incorporó a la militancia solidaria con todos los presos políticos, en la cual se comprometió profundamente. El 24 de julio de 1978 fue secuestrada en la inmobiliaria en la que trabajaba, en la Avenida de Mayo al 700. Su hijo Eduardo, cuando fue liberado, en 1984, presentó su caso ante el juez español Baltasar Garzón. Recientemente también se presentó ante la Cámara Federal de La Plata, para exponer en los "Juicios por la Verdad". El Hogar El Armadero, de la Asociación Matilde Vara perpetúa su actitud militante, desde el accionar de su hijo Eduardo y el de Alberto Elizalde, el hijo de Delia Avilés. El patio recreativo ubicado en el lado sur de la autopista 25 de Mayo, entre Rincón y Sarandí, recordará a esta mujer solidaria y noble.
Irene Orlando, que era psicóloga, nació en 1913. Su hijo, el arquitecto Mario Tempone, fue secuestrado junto a su novia Beatriz Irene Rosa Pagés el 4 de septiembre de 1977. Posteriormente, el 8 de diciembre de 1977, Irene fue secuestrada por un grupo de hombres vestidos de civil, que a las 18:30 de ese día la introdujeron en un Peugeot blanco en la esquina de las calles 25 de Mayo y Belgrano, en la localidad de San Martín. Irene Orlando aún fue vista en la ESMA en 1979, pero luego no se supo más de ella. El jardín del lado norte de la autopista, situado en la esquina de Rincón y Cochabamba, se llamará Irene Orlando.
Rosa Haydée Cirullo de Carnaghi nació en 1923. La Tía Tota -como se la conocía- era una antigua militante peronista, muy próxima a Dardo Cabo. Integró el Consejo Superior Peronista en 1975 y fue electa diputada. Se negó a abandonar la Argentina, a pesar de haber sido amenazada por la Triple A. El 4 de agosto de 1976 fue secuestrada de su domicilio de Villa Martelli junto con su hija Carmen María, que se negó a separarse de ella. Ambas fueron vistas primero en la ESMA y luego en Coordinación Federal. Fueron asesinadas el 30 de agosto y luego sus cuerpos fueron dinamitados en Fátima -cerca de Pilar- junto con los de otros 17 militantes. Los diputados propusieron que lleve su nombre el jardín de la calle Alberti, en la vereda par, entre Cochabamba y el acceso a la autopista.
Elsa Rabinovich de Levenson nació en Rusia en 1912. A los ocho años llegó a la Argentina, huyendo de los "progroms" que cada tanto ejecutaban los ejércitos del "zar". A los 20 años comenzó su carrera de farmacéutica en la Universidad de La Plata y su militancia en la Federación Juvenil Comunista. Fue madre de dos hijos que fueron asesinados: Alejo Miguel -en 1970-y Bernardo -en 1976-. Se hizo cargo de su nieto luego de que su nuera fuera desaparecida en 1976. Fue secuestrada en su domicilio el 17 de febrero de 1977, junto a su nietito de seis años, Alejo Hernán Levenson, para ser llevada a la ESMA. A fines de agosto de ese mismo año fue arrojada al Río de la Plata -aún con vida- desde un avión de la Armada Argentina. Tenía 65 años. La vereda peatonal y el jardín ubicados hacia el norte de la Autopista 25 de Mayo, entre Sarandí y Rincón, la recordarán para siempre.