La falta de insumos hospitalarios es un reclamo muy frecuente en los servicios de salud, sin embargo, no tan común es tirar a la basura miles de medicamentos destinados a los hospitales públicos por haber caducado.
Según confirmó el vicepresidente del bloque PRO, Martín Borrelli, más de 250 mil productos con valor superior a los 750 mil pesos, se vencieron en los galpones de la empresa de transporte y almacenamiento UPS (United Parcher Service) a la espera de una resolución administrativa que nunca llegó.
"Tengo lo que fue una de las notas que disparó toda esta investigación, una nota que envía UPS al ex ministro de Salud del Gobierno de la ciudad, Alberto De Micelli, donde lo ponen al corriente de la situación que se verificaba en las partidas de medicamentos que estaban almacenadas en el depósito de la calle Alfredo Palacios al 1300, y en dónde le señalaban que ya había vencido la orden de compra por la cual UPS había celebrado con el Gobierno porteño un contrato para el almacenamiento y distribución de medicamentos en hospitales y centros de salud. Esto fue en agosto del año pasado", describió Borrelli por Radio La Red. Y agregó: "Los vencimientos fueron verificándose a partir de enero de 2006, sin que el Gobierno de la Ciudad tomara nota de esto y sin que muchos hospitales tuvieran conocimiento que ellos podían solicitar a UPS que les enviaran distintos remedios. En los depósitos había medicamentos oncológicos, para el tratamiento del HIV, leche en polvo, pero no se distribuyeron".
Si bien el refrán dice que no hay que llorar sobre la leche derramada, la situación vinculada con la leche en polvo vencida parecería ser una muestra de desidia.
"Había 2600 cagas de 500 gramos de leche en polvo el depósito de la calle Erezcano 380, más 1200 cajas de un kilo en el de la calle Palacios. La empresa Mastellone le ofreció al Gobierno de la Ciudad canjear ese producto, que aún vencido puede ser utilizable para consumo animal, por leche en condiciones para el consumo humano. La empresa se hacía cargo de ir a buscar las cajas y reponer las partidas nuevas, y el Gobierno lamentablemente no quiso escuchar o no supo cómo hacerlo y la leche se desperdició totalmente", criticó el diputado.
El Gobierno porteño se encontraría buscando la posibilidad de cajear algunos medicamentos, como es el caso de la insulina con los laboratorios Aventis y Sanofis, pero en la casi totalidad de los casos, no existiría posibilidad de recuperar el costo invertido que supera los 750 mil pesos.
Los responsables de este hecho serían Aníbal Ibarra, Jorge Telerman y los ex ministros de Salud Donato Sacavento y Alberto De Micelli.
"Ibarra fue el que suscribió el acuerdo y durante el cuál se verificaron los primeros vencimientos allá por enero del 2006, y después el Gobierno que encabezó Telerman, y los ministros Sacavento y De Micelli, que no se pusieron a trabajar en este área tan sensible como es el de los medicamentos para hospitales", concluyó.
