El miércoles último se reunió el directorio de la Coordinación Ecológica del Área Metropolitana Sociedad del Estado (CEAMSE) para tratar la gigantesca deuda -100 millones de pesos- que la Ciudad de Buenos Aires tiene con la empresa.
En la asamblea del Directorio, los representantes de la Provincia de Buenos Aires se comprometieron a invertir antes de fin de año seis millones de pesos. A su vez, esperaban de los representantes de la Ciudad que se comprometieran a efectuar una inversión complementaria de 18 millones de pesos, que servirían para cubrir los gastos operativos de la empresa hasta fin de año.
Como los porteños se mostraron reacios al compromiso, los miembros bonaerenses de CEAMSE decidieron solicitar un cuarto intermedio hasta el lunes próximo, no sin antes exponer un duro planteo a los representantes de la Ciudad: si el dinero no apareciera, la propia empresa podría desaparecer. Hasta llegaron a reprocharles a los porteños su desidia, aún cuando sus residuos son enterrados cotidianamente en el territorio provincial.
La administración Ibarra suspendió sus aportes económicos a CEAMSE desde octubre último, pero la deuda porteña viene de arrastre desde hace más de diez años, cuando se produjo el conflicto entre el gobierno porteño y MANLIBA, que culminó con la caída de Carlos Grosso, el 26 de octubre de 1992. Desde entonces, los pagos se han espaciado hasta casi desaparecer.