Trabajadores del Hospital Santojanni se congregaron esta mañana junto con vecinos del barrio porteño de Liniers frente al centro asistencial, para repudiar la forma en que el Gobierno de la Ciudad está manejando la cuestión. Luego de las anomalías denunciadas con que se concedió la obra a una empresa constructora, el incumplimiento de los plazos para la finalización de las remodelaciones y una escandalosa audiencia pública, las autoridades porteñas se comprometieron a reinvindincarse para fines de marzo. Pero el jefe de gobierno, Aníbal Ibarra incumplió sus promesas y las obras están paralizadas.
Elsa, una trabajadora del Santojanni, expresó, en el programa Rapidísimo de radio Rivadavia, que "en el hospital se llevó a cabo una destrucción y ahora está con una operatividad mínima. En este momento hay funcionando un solo quirófano, los consultorios externos están en lugares muy pequeños y se pretende inaugurar la guardia con un poco de pintura y un buen ambiente, ya que no tienen ni oxigeno ni quirófano. Estamos luchando para que salga a flote toda la corrupción que ha habido en estas licitaciones".
El proceso para la remodelación del Hospital Santojanni comenzó bajo la gestión de Héctor Lombardo al frente de la secretaría de Salud porteña. Desde un primer momento se denunciaron irregularidades. La empresa constructora que había ganado la licitación fue sacada de escena por los funcionarios porteños que alegaron cuestiones técnicas. Luego en cambio, se le adjudicó la obra a otra -que no tenía experiencia en este tipo de construcciones- que se encontró con problemas técnicos y tuvo que cambiar las condiciones de la obra. Los problemas de la infraestructura edilicia ya habían sido advertidos desde un primer momento por los médicos del hospital, pero sus observaciones no fueron escuchadas.
La diputada Pimpi Colombo, presidenta del Bloque justicialista, expresó que "no es una novedad lo que pasa en el Santojanni. Es un hecho más dentro de la pobre gestión del gobierno de Aníbal Ibarra. Es lógico el descontento de la gente, porque son siempre los últimos orejones del tarro.
Estamos hablando de obras que debían haberse terminado hace un año y medio y hoy se le echa la culpa a la crisis económica desatada en diciembre en nuestro país. No es posible que le hayan prorrogado las obras a la empresa encargada de las remodelaciones cuantas veces lo hayan necesitado por negligencias de ellos y que luego de su retirada el gobierno haya prometido la culminación de las mismas, y que hoy la gente siga sin el Hospital en las condiciones que se merecen.
Es hora de que Ibarra se acuerde de que gobernar no es solo prometer, y de que está al frente de la ciudad para dar soluciones a nuestros vecinos, y a nadie más" concluyó Colombo.
