A pesar de haberse negado a hacerse cargo del control y de la fiscalización de los subterráneos, el viernes último el presidente de Subterráneos de Buenos Aires-Sociedad del Estado (SBASE), Juan Pablo Piccardo, anunció que adjudicó la compra de 120 vagones a Alstom Brasil Energía y Transporte Limitada por una suma de 724 millones de pesos.
Los coches contarán con aire acondicionado, cámaras de seguridad y sistema de audio. Además, las formaciones poseerán la más moderna tecnología en materiales, que demoran la propagación de llamas, humo y de gases para mayor seguridad y para permitir una rápida evacuación en caso de accidentes. También facilitarán el acceso a las personas con discapacidad.
El plazo de entrega será de 37 meses y los vagones serán incorporados a la Línea H, lo que permitirá reducir la frecuencia de arribo a las estaciones de los trenes de once a tres minutos.
Piccardo manifestó que ?en los primeros cuatro años de gestión se invirtieron 450 millones de dólares, una cifra récord en los últimos 15 años. Hoy la Ciudad continúa con la extensión de la red pero también apuesta a mejorar la calidad del servicio?.
Ésta es la licitación más grande de los últimos años, ya que a la compra de los coches nuevos se suma la construcción de seis nuevas estaciones de la Línea H, que serán Pompeya y Sáenz hacia el Sur y Córdoba, Santa Fe, Las Heras y Plaza Francia hacia el Norte.
De todos modos, el Gobierno porteño aún no tomó la decisión de hacerse cargo en forma integral del servicio de subterráneos, el tranvía de Puerto Madero y las 33 líneas de colectivos cuyos recorridos empiezan y terminan dentro de la ciudad. Inclusive, para hacerlo piden fondos de financiamiento que deberían ser extraídos de la coparticipación federal, un hecho al que algunas provincias ya anunciaron que se opondrán.
Por esta razón, los primeros diez vagones ?de un total de 45- que compró el Gobierno nacional para la Línea A aún duermen el sueño de los justos en el Puerto de Dock Sud.