Los chicos cuyos cuerpos se quemaron en la madrugada del martes en una habitación del Hogar Piedra Libre, situado en Carranza y Córdoba, en el barrio de Palermo, ya habían muerto asfixiados cuando esto ocurrió.
El incendio se originó cuando una manta tomó contacto con el fuego de una estufa y comenzó a arder. Cuando se dieron cuenta, los cuatro niños que dormían en la habitación intentaron huir. Dos de ellos lo lograron y los otros dos, no.
Las autopsias sobre los cuerpos de Luis y Nahuel ya fueron hechas, aunque los informes escritos todavía no están listos. Por su parte, las pericias de los bomberos estarán en manos del fiscal Daniel Morín, titular de la Fiscalía de Instrucción Criminal y Correccional Nº 24, en unas dos semanas. Lo único que pudo saberse de estas pericias es que no habría habido nigún matafuegos en el lugar.
En la mañana de este miércoles, el fiscal Morín allanó las oficinas de la Dirección General de Verificaciones y Habilitaciones, por orden del juez Roberto Grispo, titular del Juzgado Criminal y Correccional Nº 18.
La muerte de los dos chicos de Lomas de Zamora, demuestra una vez mas la irresponsabilidad manifiesta en la aplicación de la normativa vigente, de la que hacen gala los organismos de control gubernamental (aunque ahora pomposamente se llamen polivalentes). No tanto por este hecho puntual -que fue un desfortunado accidente-, sino porque nadie se hizo cargo posteriormente de lo sucedido.
Gustavo Daneri, mano derecha de Martín Schmukler en la Dirección General de Verificaciones y Habilitaciones, le dijo a Noticias Urbanas que "esta Dirección General no habilita edificios gubernamentales ni tiene poder de policía para inspeccionarlos".
Si Daneri y Schmukler tuvieran razón, la pregunta entonces es: ¿quién controla al Gobierno de la Ciudad?. ¿Quién tiene el poder de policía para exigir que se cumplan las normas o eventualmente clausurar las instalaciones? ¿Puede un gobierno incumplir las normas que le exige cumplir al resto de la ciudadanía ? ¿Porqué esa misma ciudadanía debe solventar cuerpos especiales como los que tiene la Secretaría de Gobierno y Control Comunal, al comando de Silvana Giúdice, – entre ellos la DGVH-, que cumplen deficitariamente su tarea en el sector privado y directamente no operan sobre el sector público?
La secretaría de Desarrollo Social (adónde reportaba el hogar "Piedra Libre"), a cargo de Gabriela González Gass, como cualquier otra dependencia del gobierno -más allá de lo puntual de este lamentable accidente-, pareciera tener "zona liberada" para hacer lo que quiera y como quiera, habida cuenta de que nadie en el Gobierno porteño parece hacerse cargo de nada. El caso de Nahuel y Luis, pone de luto -una vez más- a la sociedad porteña, harta de tanta ineficiencia e hipocresía en sus funcionarios, que continúan como si nada hubiera pasado.
Al jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra, debería darle verguenza lo sucedido y esperamos de él las sanciones que correspondan. Nada devolverá la vida a los chicos, pero quizás le haga creer a esta descreída comunidad que por fin algo está empezando a cambiar.