Noticias Urbanas le realizó cinco preguntas a quienes encabezan las distintas listas a legisladores porteños, sobre la labor legislativa. En esta nota, las respuestas del primer candidato de Bandera Vecinal, Alejandro Carlos Biondini.
-¿Qué proyectos cree más urgentes a tratar en la Legislatura?
-Considero que lo más urgente es combatir la corrupción, la cual impera no sólo en el gobierno nacional, sino también en el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. En tal sentido, nuestra Plataforma Electoral contempla dos iniciativas muy concretas:
1) Promover una sustancial reforma de la legislación porteña para abolir los inaceptables privilegios e inmunidades que tienen los funcionarios del Poder Ejecutivo y los integrantes del Poder Legislativo de la Ciudad;
2) Elevar al máximo las penas para delitos de corrupción cometidos por funcionarios públicos, equiparando esta clase de crímenes, fundamentalmente en los primeros niveles de responsabilidad, con el delito de Traición a la Patria.
Entiendo que son dos medidas urgentes e imprescindibles: garantía de igualdad ciudadana y máxima responsabilidad en la función pública. Desde la Capital de la Nación deberíamos marcar el inicio de un camino ejemplar, un claro mensaje a todo el país, para que finalmente en Argentina rija el Imperio de la Ley y se garantice que todos somos Iguales en Derechos y Obligaciones. Al presente somos nominalmente una República, pero en los hechos persisten privilegios de los que goza la clase gobernante, dignos de las monarquías más autoritarias, impunes y decadentes de la Historia.
-¿Cómo evalúa la gestión del Pro en la Ciudad? ¿Qué aspectos positivos y negativos encuentra?
-La Ciudad de Buenos Aires sigue empeorando año tras año. El PRO es un fracaso de gestión. El actual jefe de gobierno se dedicó a impulsar medidas de maquillaje turístico, pero nuestros barrios continúan sumidos en la pobreza y la decadencia. En los últimos años el nivel educativo de los colegios de la Capital se derrumbó, el funcionamiento de los servicios públicos es una vergüenza, el transporte público no logra normalizarse, los hospitales públicos de la Ciudad están abandonados, colapsados y muchas veces carecen de insumos básicos, y todos los días hay usurpaciones de casas y terrenos ante la inacción oficial. Hay zonas enteras que se han convertido en dominio de narcos y delincuentes, como es el caso que padece Villa Soldati, donde los vecinos honestos y trabajadores viven encerrados y con miedo, mientras la Policía Metropolitana sigue demostrando su ineficacia en cuanto a dirección, despliegue y formación, más allá de la voluntad de sus miembros.
Asimismo, me parece muy grave que Macri, al igual que el gobierno nacional, se haya convertido en socio o cómplice privilegiado de la empresa IRSA, que es a nuestra Ciudad lo que la Barrick Gold es a nuestras provincias cordilleranas o Monsanto al campo. En los 10 últimos años se construyeron 20 millones de metros cuadrados de inmuebles pero creció 50 por ciento la población en villas. Entonces, ¿para quién se construye?… En realidad no hay una política de viviendas, sino que los inmuebles se están convirtiendo en commodities, un bien de cambio y no de uso. La mitad de Puerto Madero está vacío. El PRO de Macri entregó 200 hectáreas de tierras públicas a la especulación inmobiliaria. Desde una postura absolutamente contraria, los nacionalistas proponemos realizar un masivo plan de viviendas populares y aumentar de manera sustancial los espacios verdes en la Ciudad. Porque además consideramos que no hay justicia social sin justicia ambiental.
¿Positivo?… El metrobús, pero insuficiente sino va a acompañado de un plan estructural para resolver el problema endémico del tráfico y del transporte. La extensión de las líneas de subte ha sido un calvario y se incumplieron todos los plazos. Tal como lo expresé públicamente en un documento en el año 2003, ese plan estructural debería incluir e implementar en la Ciudad los extraordinarios proyectos del Ingeniero Guillermo Laura. Pero para ello necesitamos contar con una Jefatura de Gobierno que encare la obra pública con sentido ciudadano y trascendente y no como un negocio o un emparchado electoral.
-¿Cómo cree que quedará conformada la Legislatura luego de diciembre y cómo imagina su futuro funcionamiento?
-Aspiramos a que la Legislatura tenga desde diciembre sus primeros Legisladores Nacionalistas, que estén en capacidad de iniciar o promover un auténtico cambio vertebral en nuestra Ciudad.
-¿Cómo evalúa el funcionamiento de la actual legislatura?
El funcionamiento de la Legislatura porteña hoy no dista mucho de lo que sucede en el Congreso Nacional. En ambas instituciones priman los acuerdos espúreos y la inoperancia sobre la responsabilidad e independencia de gestión. Discursivamente el macrismo y el kirchnerismo dicen estar enfrentados, pero en los hechos operan como aliados. La enorme mayoría de los porteños ni siquiera sabe quiénes son sus representantes en la Legislatura porque son hombres y mujeres que ocupan una banca, cobran una dieta altísima y por lo general jamás toman contacto con sus propios votantes. Cada Legislador debe estar al servicio permanente de los vecinos, debe dar a conocer pública y puntualmente cada paso de su gestión, abrir su despacho a la gente, atender los reclamos y trabajar para brindar respuestas diarias y efectivas. Hoy nada de eso ocurre, se ha creado una oligarquía política enquistada en el poder, un síntoma más de la crisis de autoridad y de representación que hoy tenemos en nuestra Ciudad y en todo el país.
-¿Qué comisión le gustaría integrar en la futura Legislatura?
-Me gustaría integrar alguna de estas tres comisiones: Asuntos Constitucionales, Descentralización y Participación Ciudadana o Seguridad.