Elisa Carrió habla con un tono que mezcla la experiencia, el sentido común y cierto aire altruista que la coloca más allá de todas las situaciones mundanas. La fiscal mediática de la Nación volvió a criticar con firmeza pero también con aplomo al Presidente, Néstor Kirchner, más que criticas lo aconsejó con un tono maternal pidiendo orden. "La sociedad le está demandando un orden de paz, le está demandado serenidad, le está demandando una serenidad que evidentemente hoy el poder no está mostrando. Y como para mí la situación es extremadamente peligrosa, porque Kirchner está construyendo su debilidad, entonces creo que desde todos los lugares habría que contribuir a serenarlo porque nosotros no podemos tener un presidente débil. Y a veces él confunde fortaleza con autoritarismo y con contestaciones violentas. En realidad la fortaleza es otra cosa. Pero, uno no tiene que echar más leña al fuego, porque yo vengo avisando esto hace más de un año. Me parece que es un momento para serenarse porque es cómo cuando en una casa el padre se vuelve loco y entonces los demás, los hijos y la mujer deben tratar de mantener la racionalidad porque sino el desborde puede ser absoluto", manifestó la ex diputada en declaraciones radiales.
"La sociedad no está demandando represión, pero está demandando un orden de paz. Las señoras pobres quieren que sus hijos coman, que no vuelvan muertos por el gatillo fácil. El falso dilema es desorden violento y orden violento. Y la gente quiere un gobierno sereno y no que esté peleando en todos los frentes, en todos los lugares todos los días, porque el Presidente es el Presidente de la Nación. A mí me da la impresión que es una especie de Titanes en el Ring, una especie de parodia con actores. Este clima le quita serenidad a la sociedad. Convengamos que estamos en un clima de desorden violento", agregó la ex candidata presidencial.
Al referirse a las críticas que Kirchner le hizo a un sector de la Iglesia, Carrió se mostró contraria a los ataques generales contra cualquier institución y prefirió que las acusaciones sean más concretas. "Con este tipo de discursos se puede confundir a toda la gente. Es obvio, que hay sacerdotes que no son pastores, y hay obispos que no son pastores, pero hay otros sectores y otros pastores y otros sacerdotes y otros cardenales que predican el orden de la paz. Entonces, cuando uno mezcla todo también suceden estas cosas. Por varios malos sacerdotes no sé puede incluir ahí a todos los demás obispos. Me parece que lo mejor es darle tiempo a este Presidente para que se pueda serenar y no conteste como un adolescente, ahí está la cuestión. Por este camino el Presidente va muy mal. Se esta equivocando", señaló la ex dirigente radical.
Para finalizar la ex legisladora comparó el manejo cerrado del poder que lleva adelante el santacruceño con lo que sucedió con el Gobierno de Fernando de la Rúa y manifestó que eso es "preocupante" y que se debe remediar.