A las varias obras que el Gobierno porteño lleva adelante en distintos puntos de la Ciudad, se le suma la de los alrededores de la terminal de Retiro. Entre los cambios, las nuevas dársenas techadas para paradas de colectivos e iluminación con lámparas LED.
El plan para recuperar el entorno del centro de trasbordo, lugar por el que a diario caminan 380.000 personas, entre pasajeros de trenes, subtes y treinta líneas de colectivos estará terminado para agosto.
Por un lado, el Ministerio de Espacio Público ya intervino en el pavimento y construyó las nuevas dársenas y refugios techados para esperar los colectivos. El grueso de las obras se concentró en la calle Remos Mejía entre Libertador y Antártida Argentina, según publica Clarín en su edición de este lunes.
Parte del ordenamiento incluyó eliminar los puestos de venta callejera de las veredas frente a las estaciones, que dificultaban el paso. Estos operativos se hicieron en conjunto con el Ministerio Público Fiscal de la Ciudad.
La novedad más curiosa será la instalación en las veredas de dos cintas transportadoras como las que hay en los aeropuertos, para que la gente pueda acceder más cómodamente con sus equipajes a la terminal de ómnibus. También pondrán bicicleteros.
En la zona sur de la Ciudad, el macrismo planea construir una terminal de ómnibus en Villa Soldati, que estará finalizada en 2014 y tiene en carpeta una para la zona norte.