Desde que el jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra, destituyó al subsecretario de Vivienda y titular de la Comisión Municipal de la Vivienda (CMV), Eduardo Jozami, un serio conflicto social estalló en las calles de la Ciudad. Una treintena de organizaciones sociales, entre las que se cuentan comedores comunitarios, centros culturales, organizaciones de desocupados, agrupaciones barriales, centros de estudios, huertas comunitarias y cooperativas de vivienda cuestionaron la decisión de Ibarra y decidieron resistirla.
El martes, tras una movilización, unos trescientos militantes -encabezados por Luis D’Elía, una de las principales figuras del movimiento piquetero nacional- entraron al Palacio de Gobierno por la fuerza y lograron entrevistarse con Ibarra para exigir la continuidad de las políticas desarrolladas por el funcionario, más que la del propio Jozami.
Si bien la Subsecretaría va a pasar a depender de ahora en más de la Secretaría de Desarrollo Social, Ibarra designó al frente de la misma -de manera interina- al secretario de Planeamiento Urbano, Enrique García Espil. Esta decisión agravó el malestar de los dirigentes y los beneficiarios de los planes de vivienda social, que consideran a este arquitecto radical que sobrevivió a tres administraciones como un delegado de las corporaciones de los grandes estudios de ingeniería y de arquitectura, tanto como de las grandes empresas constructoras.
"Lito" Borello, responsable del Comedor Comunitario "Los Pibes", del barrio porteño de la Boca, le dijo a NOTICIAS URBANAS que "nuestra lucha no es político-partidaria ni nos interesan las internas partidarias. Nosotros consideramos que Jozami había rescatado en parte el espíritu de la vivienda popular, por eso apoyamos su continuidad al frente de la Subsecretaría. Las organizaciones populares queremos seguir estando presentes en el diseño de las políticas de vivienda".
Javier García Elorrio, miembro de la Fundación Ciudad y conductor del programa de televisión por cable "La Ciudad de Todos", que en el pasado calificó a García Espil como un "depredador urbano", manifestó, por su parte, que "su Secretaría no funciona, en el marco de un gobierno que tampoco funciona. Su capacidad de gestión es inexistente e ineficiente. Tal es así que, si bien mucha gente dejó de pagar los impuestos porque no puede pagarlos, mucha otra gente dejó de pagarlos porque no están dispuestos a sostener a un Gobierno que no hace nada".
El jueves a la noche se reunieron en la sede de la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA) las organizaciones sociales beneficiarias de los planes vivienda para analizar la situación, "porque hay incertidumbre en cuanto al futuro de los planes que estábamos llevando a cabo con la CMV", relata Borello. "Además -continúa el dirigente barrial- estamos preocupados por el presupuesto de la CMV, que era muy bajo y pensamos que pueden tener intenciones de bajarlo aún más".