Después de que el incendio del jueves arrasara con casi el ochenta por cienro del asentamiento, mayormente ocupado por cartoneros (unas 470 familias), una cuadrilla de 20 operarios del Ente de Higiene Urbana trabajó ayer (y está trabajando hoy) para recolectar manualmente residuos en una calle y en los terrenos frente a la villa.
El siniestro, que se inició cerca de las 7 y se propagó en minutos hasta alcanzar los 50 metros de largo por 200 de ancho, habría sido intencional. Así lo indican la mayoría de las fuentes del gobierno porteño, incluido el ministro de Seguridad, Diego Gorgal.
El funcionario habría segurado que las primeras pericias están determinando que no se trató de un accidente sino de un hecho político o de un enfrentamiento entre vecinos.
Hace unos meses, la Defensoría del Pueblo advirtió que los habitantes del asentamiento no contaban "con las condiciones mínimas de habitabilidad", destacando la existencia de "serias fallas en el tendido eléctrico", que se saldó con otro incendio, el 18 de marzo de 2006.
El gobierno de la Ciudad puso a disposición de los damnificados dos centros de evacuación, en La Boca y en el Parque Roca.
A su turno, la ministra de Derechos Humanos y Sociales, Gabriela Cerruti, dijo que los damnificados ya fueron incluidos en un plan de viviendas, y afirmó que dos de esos proyectos estarán concluidos a fines de mayo.
Entretanto, el Ente armó un operativo de emergencia para que sus promotoras ambientales asistan a los pobladores en el transporte de sus bienes. A la espera de que lo autoricen las autoridades competentes, se dispusieron operarios de limpieza, máquinas y camiones para retirar los restos del incendio.
Son cuarenta empleados que trabajan a mano. El Ente terminará de impiar el lugar con dos palas y una minipala mecánicas, y destinará seis camiones en forma permanente.