El Gobierno Nacional autorizó en el Hipódromo de Palermo -por medio de la Lotería Nacional, en este caso- la destrucción de edificios históricos, que no pueden ser destruidos porque están dentro de un Area de Protección Histórica. Además autorizó la construcción de otros edificios en el mismo lugar, en el que está prohibido construir porque se encuentran en una zona denominada en el Código de Planeamiento como de Urbanización Parque.
Para sumar en esta dirección, en una reciente presentación ante la Justicia, la Procuración del Tesoro de la Nación, en ocasión de contestar a una demanda del diputado de Acción Demócrata, Atilio Alimena, con respecto a las máquinas tragamonedas, niega "que los habitantes de la ciudad se hayan declarado autónomos". Firmaron la presentación los abogados María Andrea Caruso, subprocuradora del Tesoro de la Nación, Jorge Baglietto, director general de Asuntos Jurídicos del Ministerio de Desarrollo Social y Medio Ambiente y María Alicia Gramajo, del mismo ministerio.
Esta asociación entre una autorización, al menos desprolija, para el funcionamiento de máquinas tragamonedas y una construcción ilegal en el Hipódromo quizás no sea arbitraria. En el nuevo edificio del primer circo hípico argentino, se instalarían las máquinas tragamonedas también ilegalmente autorizadas por la Lotería Nacional.
El diputado Atilio Alimena ya presentó tres proyectos referidos al tema del Hipódromo. Solicitó, respectivamente, un Proyecto de Resolución para que el Poder Ejecutivo informe sobre las obras en el Hipódromo y si han sido inspeccionadas. En la segunda presentación se solicita la paralización de los trabajos y, finalmente, en un Proyecto de Declaración, solicita que el Gobierno proceda a la demolición de los trabajos que ya se realizaron.
Este último proyecto iba a ser votado en la sesión del jueves pasado, pero se suspendió por voluntad del oficialismo, que la dejó sin quórum.
Alimena asegura que la Constructora Bistró, cuyo asesor legal es Eduardo de la Rúa, primo del presidente de la Nación, es la que lleva adelante los trabajos de construcción del restaurant Kansas, que figura entre las obras ilegales que se llevan a cabo en el Hipódromo. De todos modos, en las últimas presentaciones judiciales, de la Rúa primo ya no fue el apoderado legal de la empresa.