Este jueves en una casona típica de San Telmo, propiedad de una mutual sindical, se llevó a cabo una cena muy especial. Por un lado, dirigentes justicialistas que comulgan con el gobierno del presidente Néstor Kirchner, pero no tanto con la flamante conducción del PJ Capital. Por otro, jóvenes de diferentes países de Latinoamérica y Europa.
Asado de por medio, los "jóvenes" (algunos no lo son de edad, pero sí de espíritu) comenzaron a intercambiar opiniones sobre lo que debería comenzar a construirse de ahora en más: un proyecto orientado a la integración latinoamericana desde los jóvenes -no desde las estructuras partidarias-, basado en la revisión de la historia común y cultura de cada país.
La reunión fue convocada por el Instituto Joven -que preside Héctor Rojas- y se invitó a algunos de los participantes del Encuentro Eurolatinoamericano que se realizó en Córdoba, y en el cual se planteó la necesidad de crear una red de integración y articular formas de cooperación como, por ejemplo, la organización de un Curso para Animadores Socioculturales en Buenos Aires y un Foro de Integración Juvenil en Montevideo.
Al mismo concurrieron representantes de Nicaragua, España, Colombia, Portugal, Rumania, Perú, Venezuela, Inglaterra, Holanda Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay, Francia e Italia. Estos últimos cinco países estuvieron también expresados en el asadito porteño, al igual que dirigentes de diferentes extracciones políticas y jóvenes que ocupan lugares de relevancia política en nuestro país.
Carlos Fusco, vicepresidente Ejecutivo del Instituto Joven, aseguró que "se está trabajando fuertemente para realizar durante el 6,7 y 8 de julio, paralelamente a la Cumbre de Presidentes del Mercosur, la ‘Experiencia Dos Fronteras’, un gran encuentro juvenil para la integración latinoamericana".
Este evento cuenta con el auspicio de la Cancillería argentina y Desarrollo Social del Paraguay, y está organizado -entre otros- por "Puente Sur", una ONG que tiene filiales en nuestro país, Uruguay y Paraguay y que constantemente lleva a delante proyectos destinados a la generación de alternativas para la juventud.
Durante la cena fueron muchos los temas que se fueron debatiendo, siempre en un marco de respeto a las diferentes opiniones y con un interés genuino en las problemáticas de los distintos países que se sentaron a la mesa.
Una de las reflexiones que más adeptos generó fue que "una nueva política necesita nuevos dirigentes y para ello hay que capacitar a los jóvenes y darles las herramientas para construir, siempre teniendo como horizonte el bien común".