La Nación comenzó a pagar la deuda e Ibarra encontró un respiro

La Nación comenzó a pagar la deuda e Ibarra encontró un respiro

Cuando parecía que las discusiones se extendían demasiado, el sábado pasado se firmó el Acuerdo Bilateral entre la Nación y la Ciudad de Buenos Aires. El problema que demoró la firma del pacto fue que la Nación no quería reconocer una deuda de 140 millones que mantiene con la Ciudad desde agosto del año pasado. De todos modos, los hombres de Duhalde ya comenzaron a abonar la deuda que mantenían con uno de los pocos distritos -junto con Santa Cruz y San Luis- que es su acreedor y no su deudor


Finalmente, después de muchos avatares y polémicas, la Nación y la Ciudad de Buenos Aires firmaron el sábado 25 de mayo el Acuerdo Bilateral. Pero para que el pacto fuera una realidad hubo negociaciones febriles, discusiones airadas y, por momentos, la sensación de que la paz nunca sería posible.

La piedra de la discordia fue en todo momento la deuda por el incentivo docente y por el pago a docentes terciarios que la Ciudad reclamaba y que los funcionarios nacionales intentaban minimizar. Este fue el punto que demoró el acuerdo definitivo y que motivó en los último días algunas declaraciones belicosas de Aníbal Ibarra en los medios.

El secretario de Hacienda, Miguel Ángel Pesce, que fue el responsable de las negociaciones, trajo la tranquilidad para las huestes de Ibarra. Primero, porque consiguió que los funcionarios nacionales le reconocieran la deuda que mantienen con la Ciudad. Luego, porque negoció que comenzaran a depositar en las arcas porteñas los trece millones correspondientes al mes de febrero de este año en concepto de pago a los docentes terciarios.

Además, desde el viernes 17 de mayo la Nación está depositando por goteo, es decir, día a día, los fondos correspondientes a los meses de abril y mayo por el mismo concepto.

Contando con que la recaudación de la Ciudad se estabilizó en un 20 por ciento de caída con respecto a los guarismos del año pasado -aunque ahora ese número empezará a disminuir, ya que en el segundo semestre del 2001 la recaudación comenzó a declinar-, y sumándole a esto que la Nación continuaría saldando sus deudas con esta castigada ciudad, el panorama será menos negro de lo que en algún momento llegó a suponerse en el ámbito político porteño.

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