Luego de un par de días de ostracismo, el ministro del Interior de la Nación, Aníbal Fernández, criticó con dureza a su tocayo, el jefe de Gobierno de la Ciudad, Aníbal Ibarra. "Ayer decía (el ex presidente de Gobierno español José María) Aznar algo que me parecía que era muy cierto, que era mucho más cómodo ser simpático que responsable. Y yo noto que cuando el coro de ángeles se refiere a una determinada expresión es más simpático que responsable", manifestó el funcionario nacional.
"Más que faltar reflejos -agregó- lo que pasó fue que ninguno imaginó un gesto de semejante violencia ni provocando esos desmanes, que no son una casualidad. Quienes lo provocaron buscaban algo que lo consiguieron: todos los medios prácticamente en cadena nacional impusieron a la Nación un conflicto que se desarrollaba en dos manzanas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires".
"Habría que evaluar si era el momento oportuno y habría que evaluar si tenía el consenso adecuado como para llevar adelante esta decisión también", afirmó Fernández, quien destacó: "Paradójicamente se lo conoce como Código de Convivencia y esto de convivencia parece que no tiene prácticamente nada". "Me parece que hay mucho apuro de esto", dijo el ministro respecto de la posibilidad de que el proyecto de ley sea tratado en particular este jueves.
En declaraciones a los programas "Pablo y a la bolsa" y "Cada Mañana", que se emiten por las radios América y 10, respectivamente, Aníbal Fernández destacó que en casos como estos "hay que esperar que la justicia se haga cargo". "No son acciones casuales ni solamente de quejosos, sino de algún grupito organizado, o voluntario, o financiado, que permitió burlar la inteligencia y que nos pusieron en esa situación tan particular", expresó el funcionario, que no obstante aceptó que los detenidos son personas afectadas por las restricciones que impondría el nuevo código.
"Vamos a tomar los recaudos para que no vuelva a suceder", prometió el ministro del Interior, quien añadió: "Lo que estoy planteando es que si estamos previendo una política de prevención aceitada y asegurada, ésta tiene que ser mucho más apta o más acorde a lo sucedido que otra cosa, con lo cual seguramente lo que sucedió no es un calco, va a ser una cosa mucho más ordenada".