La Jueza contravencional Graciela Dalmas absolvió a un automovilista por haber estacionado en dos oportunidades su vehículo en sendos lugares que, aún estando prohibido, carecían de la señalización correspondiente. Las supuestas infracciones sucedieron este año, el 22 de abril a las 18.55 en Cabildo 555 y el 6 de abril en Corrientes 1455 frente al cine Premier, momentos en los que el ciudadano Augusto Gaido se aguantó el disgusto de la grúa del SEC, el pago del acarreo y las consiguientes actas de infracción.
Sin embargo fue al juicio y aportó las pruebas de que en otras aceras estaban los carteles de prohibición, más no donde él estacionó, razón por la cual supuso que estaba permitido.
En su sentencia, la jueza afirma que "ante la evidencia de que no existe en el lugar señalización prohibitiva" "entiendo que con relación a este hecho no es posible arribar a un procedimiento condenatorio. Ello así en razón
de que la señalización es la única advertencia que posee el conductor para evitar infringir las normas".