"Estoy acá porque mi hija sobrevivió". La frase se repitió una y otra vez entre las 600 personas que marcharon a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad bajo la consigna: "El pueblo que vive pelea por los pibes", en reclamo de justicia por las personas que fallecieron en el incendio del boliche República Cromañón, de Once.
Tras una improvisada asamblea, la muchedumbre anunció que hará este domingo a las 20 un cacerolazo y que a esa misma hora se movilizarán a la Plaza de Mayo. Las personas que participaron de la protesta de este sábado también dijeron que de la misma manera, sin insignias políticas ni banderas partidarias, se movilizarán el lunes y el jueves.
"No vamos a permitir que nadie venga a hacer política porque todos somos vecinos", señaló una señora, que informó que la convocatoria se inició el viernes por la noche a través de internet. La marcha se inició a las 16 frente al santuario que se hizo en Plaza Miserere en homenaje a las víctimas, luego se dirigió a la morgue judicial y, a las 17, se desvió a la sede del Gobierno d ela Ciudad, a partir de la noticia de que el jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, iba a dar una conferencia de prensa. En cambio, otro grupo de familiares y amigos de las víctimas prefirió quedarse en Once.
"Nos parece que en estos dos días hay que generar un clima donde en vez de exaltar la bronca natural de la gente, se promueva un debate para producir un cambio sustancial en los próximos quince días", dijeron fuentes del Gobierno de la Ciudad al respecto.
Sin embargo, la gente que marchó al Palacio de Gobierno se mostró muy belicosa con los funcionarios porteños. "Ibarra, Chabán, la tienen que pagar", gritaron, al tiempo que exigieron la presencia del jefe de Gobierno de la Ciudad. Luego caminaron hasta la Plaza de Mayo y permanecieron allí durante una hora.