Aunque medido en sus palabras, el secretario de Justicia y Seguridad Urbana, Juan Carlos López, dejo entrever que existen diferencias entre el Gobierno de la Ciudad y la administración K, en referencia a la actuación de la Policía Federal en las manifestaciones violentas. Sin embargo, le bajó el tono a las mismas y casi en el mismo párrafo manifestó que también existen muchos puntos de contacto entre ambas administraciones. Para López "los responsables de los destrozos en la Legislatura fueron los que cometieron los delitos, amparados o con el pretexto de ejercer su derecho a la protesta. Lo que pasó el viernes fue que un grupo minúsculo de 200 o 300 personas que no está muy en claro de dónde salieron, fueron a generar incidentes y a poner en peligro la vida de las personas y por eso no hay ninguna duda que cuando se habla de responsables, esos son los responsables"
En la misma línea de los dichos del jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra, el funcionario porteño señaló que es necesario que se realice el traspaso de la Policía a la Ciudad .Luego de la aclaración López volvió a referirse a los hechos del viernes. "A la manifestación concurrieron algunos encapuchados sin ninguna bandera conocida, frente a esto lo que hay que establecer es quienes son los responsables y qué debe hacer el Estado. Nosotros con el Gobierno Nacional tenemos muchos más puntos de contacto y de apoyo, que de discrepancia, en particular hemos apoyado la política de máxima tolerancia que se aplicó para el discenso y para la protesta, aún con los costos que esto producía, pero estamos poniendo el límite en un lugar distinto. Creemos que los actos destinados a cometer ataques, a impedir el funcionamiento de las instituciones, a atacar a las personas o al patrimonio público o privado, son actos que están demarcados en el código penal y a priori el Estado debe garantizar que esta amenaza sea efectiva porque creemos que el peor escenario es creer que se pueden cometer delitos, y que no va a pasar nada. Creemos que el Estado sin generar daños irreparables o males mayores que los que debe conjurar, tiene un arsenal de medios para sostener el orden. Esto es lo que nos ha diferenciado en una discusión, que obviamente parece tan caliente, como para seguir absolutamente viva tres o cuatro días después de los hechos", agregó López.
El político además, manifestó que la discusión pública que están llevando adelante con el Gobierno Nacional "es una obligación que tienen como gobernantes de la Ciudad", que sin embargo, no va a impedir que se llegue a una solución conjunta.
El ibarrista subrayó que "si 200 gatos pueden torcer una institución pública, del Estado, estamos mal". Y continuó afirmando que lo que sucedió el viernes fue "una manifestación minúscula de un grupo absolutamente marginal que no debe confundirse con la protesta social masiva y que no tiene ninguna entidad".