El secretario de Educación porteño, Daniel Filmus, reconoció, a través de una resolución, el derecho de "todos los alumnos pertenecientes a Educación Especial que concurran en forma permanente a más de un establecimiento educativo, a estar matriculados en cada uno de ellos". Filmus tomó esta decisión luego de que los padres de los alumnos discapacitados protestaron por la decisión de la directora de Educación Especial, Haydeé Muslera, de obligar a los chicos a optar entre un colegio especial y uno común por considerar que "la doble matriculación de alumnos no está contemplada dentro del Reglamento Escolar".
Los 25 chicos de la Escuela de Educación Especial Nº 4 del Distrito Escolar 9º de Palermo forman parte de un programa especial. El mismo consiste en que aquellos alumnos que manifiesten importantes avances en su proceso de aprendizaje, son incentivados a seguir progresando mediante su paulatina incorporación a una escuela común, a los efectos de llevar a cabo un proceso de integración y adaptación, que es de vital importancia para mejorar y potenciar su desarrollo psicofísico. Los chicos están cursando 2 horas semanales en un colegio nocturno, obteniendo notables resultados.
Antes de la firma de la resolución, el programa especial corría serio riesgo ya que Muslera, quien dispuso la matriculación compulsiva de los alumnos en la escuela común sin el consentimiento de los padres, se había mostrado inflexible a revisar su actitud.
A raíz de esta intransigencia los padres decidieron radicar su denuncia ante el defensor adjunto del pueblo, Gustavo Lesbegueris y llevar adelante distintas protestas, que incluyeron el corte de calles y el envío de notas de repudio dirigidas tanto a las autoridades del porteñas como a los medios masivos de comunicación.
El conflicto se profundizó y llegó a instancias superiores. En las dos reuniones entre las autoridades de Educación Especial, la Dirección de la Escuela, los padres y los funcionarios de la Defensoría del Pueblo porteña, la gente de Educación Especial no pudo justificar más que en lo estrictamente administrativo su disposición, por lo que Filmus decidió dar marcha atrás en la decisión y permitió que los alumnos especiales siguieran adelante con su proceso de integración.