Por si esto fuera poco, ahora parió la abuela! Seguramente esto es lo que debe pensar Mauricio Macri, en estas horas aciagas en las que no consigue financiamiento para su plan de obra pública, esto es el Foiso, en el cual quiere invertir 1.600 millones de pesos. Ni hablar de la intención de construir 27 kilómetros de líneas de subterráneos, que durante la campaña eran 40, pero después la realidad se impuso. Para esta mega obra Macri necesitaba conseguir 2.500 millones de dólares, pero en el Presupuesto está pidiendo nada más que 500 millones de pesos para terminar las obras ya iniciadas. Otra vez se impuso la realidad, la que no es triste, sino que no tiene remedio, igual que la verdad.
Pero como decíamos al principio, por si esto fuera poco ahora estalló una crisis financiera internacional con centro en Estados Unidos, que habrá que ver cómo impacta en la región, en la Argentina y en la Ciudad de Buenos Aires.
Por eso es que Noticias Urbanas consultó algunos economistas, que tienen o tuvieron experiencia de gobierno en la Ciudad, lo cual les da un plus a la hora de evaluar las posibles consecuencias de este ´crack´ financiero. Y no nos olvidamos de consultar a Aníbal Ibarra, a quien, como se recordará, le tocó bailar con la más fea durante la dramática crisis de 2001-2002 que estalló en la República Argentina.
El ex secretario de Hacienda, justamente de Ibarra y actual vicepresidente del Banco Central, Miguel Pesce, en diálogo con este semanario dijo lo siguiente: "La debacle financiera internacional con centro en Estados Unidos no está teniendo en principio efecto sobre el sector real de nuestra economía, ya que la Argentina ha diversificado sus exportaciones a otros mercados".
En este sentido, el economista y radical K remarcó que "hoy es más importante Brasil que Estados Unidos en nuestro comercio exterior, y en la prospección son más relevantes los grandes importadores de alimentos como China y la India, por eso esperamos que esos dos países continúen creciendo al ritmo que han venido haciéndolo hasta ahora y aumenten su importación de alimentos, lo cual va a sostener los precios de nuestros bienes exportables".
En cuanto a la Ciudad de Buenos Aires, Pesce sostuvo que "por sus propias condiciones pudo afrontar la crisis de 2001-2002 sin entrar en ´default´, pudo hacer una renegociación amistosa con los tenedores de títulos y esto le va a permitir ahora ingresar al mercado de capitales de una forma diferente a la cual va a tener que entrar el Gobierno nacional, que por su propio perfil de deuda va a ser mucho más duro".
"Lo que quiero decir es que no esperamos un impacto directo, fuerte, en el nivel de actividad de nuestro país y menos en la Ciudad de Buenos Aires, que depende fundamentalmente de sus propios ingresos", precisó Pesce.
No obstante, el economista reconoció que "no es un buen momento para acceder al mercado internacional porque incluso países que han tenido un desempeño distinto al de Argentina, como México y Brasil, hoy están con niveles de riesgo país muy altos para su propia situación".
El diputado macrista Diego Santilli, que fue director del Banco Ciudad durante 2001-2002, sostuvo que espera que esta crisis no afecte a nuestro país, aunque advirtió que "alguna implicancia va a haber".
"Hay que recordar que Europa está entrando en una pequeña recesión y los Estados Unidos lo mismo, por lo que se registra un menor volumen de desarrollo, con lo cual seguramente a nosotros como país y como ciudad vamos a tener un golpe respecto de lo que significa el desarrollo económico", evaluó.
Santilli dijo que "seguramente va a haber algún coletazo en la actividad económica, por eso vamos a tener que estar alertas y muy al filo de los temas para poder resolverlos antes de que sucedan".
Al ser consultado Aníbal Ibarra, recordó que "hasta el día de hoy la crisis de 2001 no guarda ninguna relación en cuanto a sus efectos con el presupuesto y la recaudación de la Ciudad, porque esa vez hubo una caída en la recaudación, parálisis del sistema productivo y no había precios para la obra publica".
"Hoy en día hay una profunda crisis internacional que no golpea directamente ni a la Argentina, ni a la región; yo no soy futurista para decir en adelante cómo va a ser, pero hasta aquí y ahora, de ninguna manera tiene cercanía siquiera en sus efectos con aquélla", afirmó.
El ex jefe de Gobierno indicó que "el Gobierno, el año que viene, piensa aumentar la recaudación; toma la actividad económica en términos normales, es decir, no se considera que esta crisis financiera internacional vaya a impactar ni en la Argentina ni en la ciudad".
Sin embargo, admitió que "puede haber una desacelaración de la economía que ya de alguna manera se está manifestando un poquito. Pero bueno también algunos economistas decían que había que hacerla para frenar la presión sobre la inflación", concluyó.
Por su parte, quien fuera el director general de Rentas de la Ciudad durante el gobierno ibarrista, Alejandro Otero, entendió que "estamos mejor posicionados para enfrentar las consecuencias pero no somos indemnes". "La crisis -añadió Otero, actual presidente del Frente Grande porteño- significa la culminación del relato optimista neoliberal de los últimos 30 años. Es su límite histórico, no así del capitalismo, como creen algunos. En la Ciudad de Buenos Aires puede darse un cambio cultural. Es una buena oportunidad para que se produzca una revalorización de lo público. Lo más elemental en materia de redistribución del ingreso es que haya servicios públicos de buena calidad, como salud, educación, transporte y seguridad. Si estos servicios funcionan bien, los ingresos de la gente rinden más".
(PUBLICADO ORIGINALMENTE EN EL SEMANARIO NOTICIAS URBANAS Nº 156, DEL 02/10/08).