Una semana después, Juan José Álvarez y Aníbal Ibarra volvieron enfrentar a los periodistas en una conferencia de prensa en el Salón Blanco. Esta vez, el Gabinete del jefe de Gobierno se acomodó a un costado de las cámaras, a diferencia de lo que ocurrió cuando asumió el secretario de Justicia y Seguridad Urbana, en la que los colaboradores del líder del Frente Grande encontraron algo más de protagonismo.
El primero en hablar fue Ibarra, quien recordó la cantidad de pacientes que aún siguen internados por la tragedia en República Cromañón y anunció una ayuda económica a los parientes de las víctimas y a los damnificados directos, que se calculará según las necesidades de cada familia. Luego, el jefe de Gobierno anunció que, para especializar la secretaría, separó el área de Justicia y creó una Subsecretaría de Emergencias, la cual sí estará bajo la órbita de Juanjo Álvarez.
Al respecto, Ibarra dijo: "Se reorganizará la Secretaría de Seguridad y Justicia para fortalecer el sistema operativo. La Subsecretaría de Justicia será separada del área, por lo que lo que será la futura Secretaría de Seguridad concentrará la tarea operativa en cuanto a los controles y al manejo de la emergencia, para lo que crearemos la Subsecretaría de Emergencias".
El líder del Frente Grande siempre se refirió a Cromañón como un "boliche bailable", a diferencia del informe emitido por América TV, en el que se sostuvo que era un microestadio porque nunca había sido utilizado como pista de baile sino para recitales. Esta polémica le costó el cargo al ex subsecretario de Justicia y Trabajo, Marcelo Antuña.
CONTROLES
Respecto de la restructuración del área, Álvarez dijo que es "muy positiva". Luego, informó sobre la marcha de los controles que encabezó en los últimos cuatro días. En las 314 inspecciones que se hicieron hasta este jueves se detectó que sólo 61 locales estaban "ok" y se dispusieron 35 clausuras preventivas.
Estos cierres deben sumarse a los 78 boliches que fueron requisados y que no cumplen con la normativa, pero que no están en funcionamiento por disposición de Ibarra hasta el 18 de enero. No obstante, los locales que no acaten "las recomendaciones" hechas por los inspecciones no podrán reabrir sus puertas.
Según informó el Gobierno de la Ciudad, la mayoría de los locales inspeccionados no resiste ni siquiera una prueba de encendedor: tienen techos y pisos de madera, paneles de aislamiento acústica de telgopor, alfombras sintéticas combustibles, quinchos de paja, instalaciones eléctricas precarias y telares colgantes, entre otras cosas. Además, muchos de los locales no tienen medios para salir, carecen del certificado de Bomberos y los planos habilitados no se corresponden con la realidad.
"Creo que la ciudadanía ha entendido el mensaje de que estas inspecciones lejos de decrecer en su cantidad y su intensidad se van a incrementar", manifestó Juanjo Álvarez, quien destacó que esta sensación produce que muchos de los locales que no estaban en regla se estén adaptando antes de ser inspeccionados.
Consultado sobre denuncias de irregularidades en el subte, el funcionario duhaldista resaltó que las inspecciones no se limitarán a ningún rubro. Álvarez también informó que incorporado el viernes al informe de inspecciones, el número de boliches pesquisados es de 86 y el de otro tipo de locales es de 298, aunque sobre estos últimos lugares no hay información estadística sobre los resultados.
Hasta las 13 de este viernes, se habían inspeccionado 12 locales bailables. En Madero Tango, Guantanamera y Jump Back, de Puerto Madero; The End y El Teatro, se encontró que el acondicionamiento acústico estaba pintado y, por lo tanto, era combustible, un escenario de madera, planos que no coincidían entre sí, cables expuestos de 220 voltios y un entrepiso no declarado en planos.
También se inspeccionó Roxy, que está habilitado por el Ministerio de Bienestar Social de la Nación; La Diosa, que no tenía habilitación; Taggo Mago, Klaf SRL, Azabache y Tazz, que estaban cerrados; y Caix, que está en obra.
INTERPELACIÓN
Hasta ese entonces, todas las preguntas de los periodistas habían estado dirigidas al secretario de Justicia y Seguridad Urbana, e Ibarra sólo había colado una respuesta -referida a la cantidad de inspecciones hechas durante el 2004-, luego de las afirmaciones de Álvarez. Sin embargo, sobre el final del acto, el jefe de Gobierno debió responder casi en forma exclusiva sobre el fracaso de la interpelación.
"Yo había concurrido a la Legislatura -dijo Ibarra- donde envié toda la información que le había dado a la justicia y allí cada legislador expuso los motivos por los que estaban en contra y a favor de la interpelación. El compromiso del Ejecutivo con toda la información y con la satisfacción todas las preguntas y estamos encontrando las vías para hacerlo". "Hay varias y vamos a determinarlas en los próximos días", respondió el jefe de Gobierno al ser consultado sobre de qué forma va a responder las inquietudes de los legisladores.
"Estamos conversando con los legisladores la forma y el tiempo para hacerlo", agregó Ibarra, quien no obstante dijo que su objetivo es "contribuir al debate para saber qué es lo que pasó". Luego se hicieron otras dos preguntas y terminó rápidamente la conferencia de prensa.
