“El humor de hoy es vulgar”

“El humor de hoy es vulgar”

De larga carrera, trabajó con casi todos los grandes de la actuación y aún sigue vigente con la presentación de Che Madam, una obra de Carlos Pais. Rostro conocido de innumerables tiras y programas de TV, dice que no sabe bien por qué es actor y que en breve, en tele, tendremos que ver a bebés enamorándose en las novelas.


"Para hacer Che Madam fui convocado por Elisa, la esposa de Carlos Pais, y por el director Hugo Álvarez, quien fue el que dio mi nombre para que haga el papel. Estamos desde hace unos cuantos meses con el proyecto que, finalmente, se estrenó. El aliciente era hacer la obra de alguien con quien compartí muchas horas. Carlos murió el año pasado y esta obra es una especie de homenaje personal. No tuve dificultades para hacer a Tito, mi personaje, porque el autor aclara muy bien su personalidad en las acotaciones, al margen de los diálogos que tiene. Después, tuvimos tiempo suficiente de ensayo por lo que llegamos al estreno en óptimas condiciones. Tito es un muchacho de barrio. Le dije al director que si quería ponerme más joven, incluso teñirme, no había problema, pero me dijo que estaba bien así. Es un personaje muy inocente, asombrado del mundo en el que vive. Maneja las cosas simples de la vida. No se hace complicaciones. Es un poeta y le gusta la poesía del tango.
Carlos Pais, el dramaturgo, era un enamorado del tango en su totalidad. Al concebir la obra, reparte las magnificencias del tango que es la música y la letra. En el ambiente decimos que nos toca un personaje ?caramelito?, que es un personaje hecho a la medida, hermoso y tiene todos los ingredientes. Tito, mi personaje, es muy querible y no tiene lo que podríamos decir ?malas intenciones?. La chica le llama la atención porque la ve en el trabajo pero él es inocente. Ella dice en un momento ?me gusta la poesía, la forma en que recitás? y él se sorprende, ?¿te gusta??, asombrado de que a ella le guste y sea ese el punto de encuentro entre los dos. A ella le gusta la poesía del tango dicha por él y, en todo caso, si hay una segunda intención es de ella más que de él. Lo de la mujer sería, mejor dicho, una intención más amplia. A través del tango, resulta una obra feminista. Carlos Pais tuvo la gran idea de poner algo que no existe en ninguna obra de tango, una problemática y resolución feminista".

Impasse 1: El café El Olmo, de Santa Fe y Pueyrredón, es el lugar elegido para la nota. Llego puntual y Julio ya estaba sentado, tomando un café. Lo saludo con un apretón de manos. Es imposible no recordar su rostro de tantos programas en los que participó.

"Tuve la suerte de trabajar en La tuerca durante muchos años. Ese momento era ideal. De lunes a viernes iba un programa humorístico al aire. Telecómicos los lunes, el martes nosotros, y así sucesivamente. También estaba Telecataplum de los uruguayos? Cada día, había uno, pero, ¿por qué no hay ninguno ahora? Con La tuerca hacíamos una crítica de la realidad: a las costumbres, a la política, a la economía… No sé por qué ahora ?y hace tiempo que se ve? a nadie le interesa hacer críticas de este tenor por televisión. No creo que haya mala intención sino que a nadie le interesa. Tampoco hay una prueba de poner algún formato similar a los antiguos programas, a ver qué pasa ahora. No lo hay. No solo no les interesa sino que tampoco lo prueban".

"La tuerca nos daba un encasillamiento por la popularidad de los personajes. Yo tuve uno que era Globulito, que me encasilló durante mucho tiempo. ¡Un éxito bárbaro! Entonces, un productor, para elegir para algún proyecto, decía ?Julio López tiene cara de humor? ¡y ya está! Tuve una felicidad enorme al trabajar con China Zorrilla en Las de enfrente, que era teatro leído por los barrios de la Capital. Era un placer descubrir el oficio y la grandeza que tiene China para actuar. Me hubiese gustado trabajar con Alcón, por ejemplo, pero no se dio. Una vez íbamos a hacer Edipo, pero pasó lo de 2001. Por los recuerdos y las cosas que me cuentan, me hubiese gustado trabajar con Luis Arata. Y personajes? me gustaría hacer a Yago, de Otelo, sin ninguna duda; tiene inteligencia impresionante pero para hacer maldades. Hice otro malo en el Maipo, hace unos años, en Tres viejas plumas, de Claudia Piñeyro. Éramos Claudia Lapacó, Adrián Navarro, Marcos Montes y yo, que era el padre. No es que era malo sino que no se podía portar bien porque no sabía lo que era el cariño ni cómo demostrarlo. Fue un desafío muy grande para mí. No tenés idea de la cantidad de hombres que me esperaban a la salida para decirme ?tuve un padre así y ahora puedo comprenderlo?. Más de uno llegaba lagrimeando. Fue un desafío maravilloso y agradezco haberlo podido hacer".

Impasse 2: La conversación con Julio es animada. Inteligente en su pensar, da su opinión sobre el humor de hoy, al tiempo que recuerda sus comienzos en esta profesión.

"Nunca pude responder la pregunta de por qué soy actor. Tenía ideado, después de la secundaria, Ciencias Económicas. En la secundaria hice teatro vocacional en Caseros, mi barrio. Nos dirigía Marta Argibay, una actriz de Las dos carátulas, de Radio Nacional. Una noche invitó a una compañera suya, Blanca Lagrotta. Terminada la función, se me acercó Blanca y me dijo ?¿Qué estás haciendo acá?? y yo, con la inocencia de la edad, le dije: ?Vine a hacer la obra?. Ella me dijo: ?¡Tenés que ir a estudiar al Conservatorio!?, y me abrió una cortina que nunca terminé de agradecerle en la vida. Esa conversación me cambió la vida. Rendí el examen en el Conservatorio, que ahora es el IUNA, y pasé cuatro años con profesores maravillosos, como Osvaldo Bonnet, Néstor Nocera, Cunill Cabanellas. Debo decir que tuve mucha suerte porque es una carrera muy difícil y trabajé siempre. Teatro, televisión, cine, y sigo. En vez de quedarme sentado en mi casa, prefiero salir y trabajar".

"Al humor de hoy lo veo como a la sociedad, que ha optado por lo fácil. No es que alguien se ponga a hacer humor y recurra a lo que llamábamos ?malas palabras?, que ahora son parte de la conversación entre padres e hijos. La juventud no cree que sea una exageración de lo vulgar. Lo toman de la manera que lo recibieron. A los que venimos de otros años, nos resulta una vulgaridad. No hice cosas en televisión porque no me interesaba lo que tenía que decir. Hay gente ?incluso compañeros? que se ríe de posiciones como la mía, pero bueno, soy fiel a mí mismo. Puedo hacer reír sin ser un vulgar. Me llamaron para programas de TV pero no para personajes fijos sino para uno o dos días. Como no me soluciona nada y a la gente para la que tendría que actuar tampoco, preferí no hacerlo. Otra cosa sería si me ofrecen un personaje fijo pero parece que la edad es un obstáculo importante. Ahora, los abuelos son de 50. Si seguimos así, tendremos la novela de la tarde con bebés enamorados".

Che Madam. Corrientes Azul. Avenida Corrientes 5965. Viernes, a las 21.

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