"En realidad Lula ganó y ganó muy bien, por una diferencia del doble. Duplicar en la primera vuelta al segundo es realmente una elección excelente. Lo que sucede es que cuando uno se propone objetivos, si no llega hay un gustito de pequeña frustración para decirlo de alguna manera. Pero, la elección fue excelente. Uno, en un análisis lógico diría que ya las cartas están echadas. De todas maneras aquí siempre son muy prudentes pero insisto, fue una muy buena elección de Lula, ganó cómodamente la primera vuelta y casi evita la segunda", señaló el jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, en declaraciones radiales desde San Pablo, Brasil.
Ibarra viajó hasta esta ciudad brasileña para acompañar al candidato presidencial por el Partido de los Trabajadores (PT), Luiz Inácio Lula da Silva, durante los comicios electorales que se llevaron a cabo el domingo, y que lo tuvieron como claro vencedor, aunque el total de los votos obtenidos (47%) no le alcanzó para ganar en primera vuelta, por lo que el 27 de octubre volverá a haber elecciones.
"Estuvimos en una habitación, éramos unas quince personas siguiendo los resultados de los centros de cómputos de la pantalla de televisión que iban anunciando en cada Estado los resultados que entregaba la justicia electoral", señaló.
El titular del Frente Grande explicó que "nosotros tenemos el mismo sistema de aquí, hay que tener el 50 más 1". "En las últimas elecciones a la Jefatura de Gobierno yo había obtenido el 40,3 por ciento contra 33 de Cavallo. Él durante 24 horas dijo que aunque le faltara un voto iba (a disputar la segunda vuelta) y luego recapacitó y se bajó", recordó Ibarra. "Hubo otro antecedente en el año ´73, destacó el jefe de Gobierno. Rememoró que "Cámpora y Solano Lima llegaron también a 49 y pico" y que "segundo salió Balbín lejos". En esa ocasión quedó Cámpora consagrado como presidente.
A pesar de que en Brasil efectivamente se llevará a cabo la segunda vuelta, el ex diputado porteño afirmó que "hay un dato importantísimo que hay que analizar y es que los que quedaron terceros y cuartos tienen un perfil no de derecha sino más bien progresista o más afín en todo caso a lo que puede ser una propuesta de Lula, con lo cual, naturalmente, muchos de esos votos van a ir al PT, que tiene esa parte del piso del 47. Por eso, un analista en situaciones normales diría esto solamente hay que esperar tres semanas y Lula es el próximo presidente del Brasil", sostuvo el jefe de Gobierno.
Si bien Lula sacó casi el 50 por ciento de los votos en la elección presidencial, al resto de los candidatos del PT no les fue tan bien. "En realidad -afirmó Ibarra- el fenómeno es Lula. Hay una gran confianza, la gente lo aprecia, lo ve presidencial y creo que él también ha madurado mucho en términos políticos. Es un fenómeno importante que yo no puedo analizar, pero es una persona que tiene una muy buena relación con la gente. Es decir, es un tipo querible, respetado, no se le puede endilgar nada en su trayectoria, coherente más allá de que se pueda estar de acuerdo o no", aseguró el jefe de Gobierno.
Por último el titular del Poder Ejecutivo porteño se refirió a la situación en la que se encuentra el Estado de San Pablo, sobre el cual expresó que "tiene históricamente muchos problemas en materia de seguridad. Para dar una referencia, en términos de muertes violentas (que se miden cada 100 mil habitantes por año) San Pablo está alrededor de 50 muertos, mientras que la Ciudad de Buenos Aires está entre 7 y 8. Pero es una ciudad muy grande, como si a la Ciudad de Buenos Aires le sumaran el conurbano", aclaró Ibarra.
Por su parte, el director del Banco Ciudad, Diego Santilli, que también se hizo presente en Brasil para seguir de cerca los comicios, aseguró que "la gente de Lula sin dudas tenía ganas de llegar en primera vuelta, pero la verdad es que hicieron una elección superadora en el resto del país. En San Pablo que no se esperaba que llegara a segunda vuelta, se llegó, lo cual sucedió también en muchos distritos y gobernaciones del país".
"De todas maneras -añadió- había buen ánimo, ya que Lula gana por primera vez una elección después de tres que había perdido. Estuvimos con Cuauhtémoc Cárdenas, candidato a presidente tres veces en México, analizando la elección y las personas. Y la verdad, que fue una experiencia cívica muy importante de Brasil, y nuestra por haber podido participar del comando de campaña de un candidato a presidente", concluyó Santilli.
APOYO A LULA PERO NO AL FMI
A su vez, el diputado porteño Jorge Altamira declaró que "la victoria de Lula expresa el desmoronamiento del régimen político brasilero. Sus candidatos tradicionales fueron liquidados por el completo fracaso del largo gobierno de Cardoso. Lula, sin embargo, no puede dar una salida a este derrumbe: prometió respetar los pactos con el FMI, los negociados multimillonarios de las privatizaciones y de la banca y las políticas de ajuste capitalista".
Según el representante porteño del Partido Obrero, ése fue el motivo por el que "llamaron a votar por Lula los banqueros y la clase capitalista: es su último recurso ante el colapso que enfrentan con la ‘argentinización’ de Brasil, en el umbral de la bancarrota. Esta enorme crisis tendrá la última palabra e impulsará también a la ‘argentinización’ del movimiento popular. Entonces, los piqueteros brasileros dirán lo suyo ante las limitaciones insuperables del gobierno de Lula", profetizó el legislador obrero.
A contrapelo de Altamira, este lunes, a las 19, el MST y los demás integrantes de Izquierda Unida realizarán frente a la Embajada de Brasil una concentración para festejar el triunfo de Lula en las elecciones de ese país.
La diputada porteña Vilma Ripoll (IU) señaló que "el voto de millones de trabajadores, campesinos y jóvenes brasileros a Lula es un verdadero cachetazo para los Estados Unidos y el FMI, y un gran aliento para toda la izquierda de nuestro continente y del mundo. Más allá de nuestras críticas a las últimas propuestas de Lula y a que surgen interrogantes sobre su futuro gobierno, el hecho de que un obrero gane la presidencia del país más grande de América Latina expresa el profundo giro a la izquierda que viven nuestros pueblos. Sin ninguna duda, este avance político se expresará también en las próximas elecciones en nuestro país", concluyó Ripoll.
