Finalmente, la licitación para la construcción de 25 reservorios pluviales continuará. Así lo resolvió la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo y Federal de la Ciudad, al revocar una medida cautelar que había suspendido el proceso licitatorio. La decisión fue tomada después de sopesar los argumentos que -ante los jueces Carlos Balbín y Esteban Santanaro- presentaron el defensor adjunto del Pueblo porteño, Antonio Elio Brailovsky, y el secretario de Obras y Servicios Públicos, Abel Fatala, en una audiencia judicial celebrada el pasado 29.
Ese día, también expusieron sus razones los vecinos de los barrios de Villa Pueyrredón, Villa Devoto, Belgrano y Villa Crespo, quienes se manifestaron a favor de la construcción de los reservorios y cuestionaron duramente a Brailovsky por haber promovido su suspensión a partir de una presentación judicial efectuada conjuntamente con Nélida Harracá, una colaboradora suya.
Sucede que Brailovsky y Harracá cuestionaron ante los tribunales la legalidad de las obras por considerar que no se habían realizado los correspondientes estudios de impacto ambiental. Su postura tuvo éxito ante la jueza Alejandra Petrela, que dictó una medida cautelar que suspendía el llamado a licitación hasta tanto se aclarara la cuestión de fondo.
Esta actitud irritó a Abel Fatala, que amenazó públicamente a Brailovsky con hacerle juicio político, al tiempo que, desde el gobierno porteño, se apeló la medida. Finalmente, luego de la audiencia del 29, el Tribunal de Feria decidió, dos días después, levantar la medida cautelar. La decisión fue redactada último día de la feria judicial.
Los reservorios son grandes estanques de hormigón cuya construcción tiene como objetivo evitar que la Ciudad se inunde durante las tormentas. El gobierno planea edificar un total de 25 y ubicarlos debajo de parques, plazas y canchas de fútbol. Según sus estimaciones, podrían llegar a contener hasta un millón de metros cúbicos de agua.
El llamado para licitar las obras fue efectuado por el Poder Ejecutivo hacia fines de octubre pasado mediante un decreto de necesidad y urgencia, que también declaró en emergencia las redes pluvial y vial de la Ciudad.