P & TV: "Chacho conducción"

P & TV: "Chacho conducción"

Retirado de la dirigencia política, pero no de la política, Chacho Álvarez invitó a su programa de televisión en CVN a cuatro de los principales referentes de la progresía argentina: el porteño Aníbal Ibarra, el rosarino Hermes Binner, el cordobés Luis Juez y el reelecto intendente de Morón, Martín Sabbatella. En un rico debate, los cuatro se mostraron críticos con el bipartidismo -en especial con el peronismo-, aseguraron que Carrió pertenece a ese espacio -aunque la chaqueña no está convencida- y que es necesario desarrollar buenas gestiones de gobierno para que la centroizquierda -a la que Chacho recomendó no llamar de esa manera- pueda crecer


Chacho Álvarez, que reapareció en la escena, literalmente, a través de las pantallas televisivas, invitó a su programa, "El Poder de las Ideas", que se emite por la señal CVN, al intendente saliente de Rosario, Hermes Binner; al intendente electo de Córdoba, Luis Juez; al intendente reelecto de Morón, Martín Sabbatella y al que también está a punto de ser jefe de Gobierno porteño por segunda vez, Aníbal Ibarra.

Distendidos y amigables -cuando terminó el programa, Chacho bromeó con Ibarra y hasta lo abrazó afectuosamente-, antes de que las cámaras comenzaran a filmar, Ibarra afirmó jocosamente que "nos miran como si fuéramos a decir algo importante". Rápido, Chacho le preguntó: "¿qué?, ¿van a hablar boludeces". Ibarra le contestó afirmativamente, entre risas generalizadas.

Como muestra del buen humor reinante, Ibarra volvió a la carga. "Nadie puede negar que Chacho es conducción". Demostrando una vez más que no perdió un ápice de sus rápidos reflejos, Chacho le contestó que "ustedes tienen que armar una conducción colectiva, así yo intervengo lo menos posible". Esto último, claro está, con respecto al programa que estaba a punto de comenzar.

Para el análisis podría afirmarse sin temor a equivocaciones que Chacho se siente vacío e incómodo lejos de la política. Lo demostró en varias ocasiones, cuando por momentos se involucró más allá de lo académico y debió, al darse cuenta, rebobinar y volver a su rol de analista y de teórico de la
política.

En el transcurso del programa, en varias ocasiones, el creador del Frente Grande dejó conocer sus opiniones y aún sus consejos a sus cuatro herederos, casi como un gurú. Incluso se notó el ascendiente que aún ejerce sobre algunos de sus invitados, de los cuales dos -Ibarra y Sabbatella- son "hijos" del espacio que Chacho supo crear y liderar durante casi diez años.

Sin embargo, de los cuatro, el que se mostró más cercano al pensamiento de Chacho fue Luis Juez, que en algún momento se autodefinió como "orgullosamente peronista", al contrario de sus ad-láteres, que provienen del Partido Socialista -Binner- y de la "Fede" -Ibarra y Sabbatella.

Juez se permitió ironizar en algún momento acerca de "lo que cuesta llevar a Lilita sobre los hombros", en alusión a la fama de aliada difícil que carga la opulenta líder del ARI. De los cuatro, Binner y Sabbatella se mostraron más proclives a una alianza con Carrió. Ibarra no profundizó sobre el tema, a pesar de que el 14 de septiembre el ARI formó parte de las listas de Fuerza Porteña.

Chacho planteó también una discusión acerca de cómo denominar al espacio en el que los cuatro -aunque eso no es seguro- pretenden confluir. Les recomendó no definirse como progresistas ni como centroizquierdistas. La razón: "de esa manera dejarán afuera a muchos peronistas que podrían sumarse". Incluso, advirtió que "en el interior esta denominación no tiene sentido".

Chacho definió a sus invitados en varias ocasiones. De Sabbatela dijo que el suyo es "un embrión de liderazgo". De Binner, que "perdió la elección por la perversa ley de lemas", a pesar de haber sido el dirigente que tuvo más votos. De Ibarra elogió el hecho de que haya conseguido su reelección y que maneje el tercer presupuesto del país. A Juez le reconoció que "rompió el bipartidismo en Córdoba", algo que Chacho considera una hazaña casi inalcanzable.

En el debate surgió en distintas ocasiones una fuerte crítica hacia el peronismo. En algún momento, incluso, Chacho bromeó sobre "la buena suerte de Ibarra", porque el peronismo porteño está destruido, oponiéndola a la pelea que debieron sortear Juez, Binner y Sabbatella, que debieron enfrentar a un peronismo "debilitado, pero que existe".

Juez planteó en este sentido que al bipartidismo "hay que enfrentarlo, porque son como pirañas de inodoro" y sostuvo que, a pesar "de que nos miran como un oso panda nacido en cautiverio, nosotros le dimos una opción a la gente". Terminó su intervención afirmando que se siente "orgullosamente peronista" y que "el que se fue del peronismo fue de la Sota, que vio el sello arriba de la mesa, lo manoteó y salió corriendo".

También, más allá de una posible alianza con Lilita, dio la impresión de que otro tema en que no todos estuvieron de acuerdo fue en la actitud a tomar frente al presidente. Chacho -que es sabido que le tiene mucho respeto- planteó, al cierre del segundo bloque, que "Kirchner resituó al Estado y a la política". La frase no cosechó los movimientos de cabeza afirmativos que generaron otras de sus afirmaciones. Sólo hubo algunas sonrisas en los rostros de Juez y de Ibarra.

Chacho, sobre el final, ensayó una fuerte autocrítica cuando afirmó que "no se debe depender de los referentes. En nuestro caso, eso no fue bueno".

Finalmente, entre las afirmaciones de Binner acerca de las bondades del presupuesto participativo, de las de Juez en el sentido de que "los pueblos no se suicidan", de Ibarra, que aseguraba que "para que haya algo nuevo va a tener que haber confrontación y ruptura" y de Sabbatella, que se quejaba de que "no se puede depender de la interna peronista", Chacho puso en escena el "chivo" de su instituto, que en marzo va a lanzar una escuela de gobierno en la ciudad y lo mangueó a Ibarra ante las cámaras, para que contribuya con el "know how" y la planta docente.

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